Linde, Almunia y el endeudamiento de las grandes empresas

El Banco de España corrige y matiza al Gobierno

Luis María Linde, gobernador del Banco de España, que forma parte de las élites más prestigiosas de la administración española, ha acudido a la comisión de presupuestos (como cada año) para manifestar su criterio sobre la economía española.

Si con su predecesor en el cargo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), eran habituales las críticas al gobierno socialista –especialmente en el terreno laboral–, ahora, aunque más matizadas, las opiniones de Linde se reafirman en la necesaria independencia de todo banco central.

Linde considera que «existen riesgos de incumplir el objetivo de déficit público para 2013». Meta nada fácil si tenemos en cuenta que en el primer semestre se alcanzó el 4.15% y hay poco margen para llegar al 6.5% marcado por Bruselas.

El Gobierno está considerando si con la rebaja de los intereses de la deuda, por la caída de la prima de riesgo, tendrá suficiente y no tendrá que recurrir a no pagar la paga doble de Navidad (aproximadamente 5.000 millones de euros), como ocurrió el año pasado.

En cualquier caso, el gobernador dejó claro que «harán falta ajustes adicionales» para no volver a fracasar en la reducción del déficit público, como viene siendo habitual últimamente.

Entre las matizaciones al Gobierno, Linde puntualizó que el «impulso para una recuperación sostenida continúa siendo débil». Es menos optimista que el Gobierno, aunque se mostró satisfecho con la Reforma Laboral y el ajuste de las pensiones, aunque no quiso dar ninguna cifra concreta. Sobre la financiación de las empresas, dijo que se trata de un proceso muy lento y de difícil tránsito.

En definitiva, dar imagen de independencia, pero non troppo. El gobernador fue un progre en su época de estudiante. Pero, como muchos otros, ahora es uno de los altos representantes del Gobierno de España, de los que se llama la élite (la de los grandes cuerpos de la Administración del Estado). Los que están infiltrados en el Gobierno del PP.

Funcionarios de nivel, bien conectados con Europa, moderadamente liberales, sin excesos ni dogmatismos, que no se mezclan con el PP –organización política–, y que velan por su carrera, con cualquier gobierno.

El coste, por el momento, del rescate bancario en Europa

El comisario Joaquín Almunia, responsable de Competencia en la Comisión Europea, ha publicado un informe durísimo. «En términos de activos, Europa ha reestructurado una cuarta parte de su sector bancario, durante los últimos cinco años».

La Comisión Europea ha supervisado la reordenación de 67 grupos financieros desde 2008, según publica Expansión. En términos absolutos, Irlanda, Reino Unido y Alemania son los tres países que más apoyo permanente han prestado a sus bancos. Si lo miramos respecto al PIB, Irlanda está en primera posición con el 42%.

Por entidades, en términos absolutos el premio se lo lleva Royal Bank of Scotland, seguido de Bankia (36. 000 millones de euros) y el Anglo Irish Bank.

La factura en términos de riqueza (PIB) es espectacular.

Lo sorprendente es la falta de debate público sobre si había otras alternativas posibles, antes de destruir una parte tan significativa de la riqueza de la Unión. Es como si nadie quisiera abrir el debate, sobre el procedimiento seguido para reflotar bancos. Como si ni hubiera más opción. Pero todavía más importante es la falta de análisis de las causas que llevaron a la situación actual.

Silencio. Es un tema tabú. Hay que reconocer que los Gobiernos prefieren arreglar los grandes problemas, detrás de la cortina. ¡Y hasta la próxima crisis!

Las grandes empresas se desendeudan

Las grandes empresas españolas se lanzaron a una gran expansión en el exterior durante la ultima fase del ciclo de crecimiento.

Es sabido que las antiguas compañías de servicios públicos, con la liberalización, generaron una liquidez muy importante y fortalecieron su balance. Y se dedicaron a comprar fuera de España otras empresas de su mismo sector (por ejemplo, telecomunicaciones) o de otros sectores más o menos similares (aeropuertos).

Al tener acceso a los mercados de deuda a tipos bajos, se endeudaron. La deuda de entidades no financieras llegó a la espectacular cifra de 1,3 billones de euros (aproximadamente, el 130% del PIB).

Ahora, es inexorable el desendeudamiento, principalmente por venta de activos.

Así lo han entendido las empresas del IBEX, que durante el primer semestre de 2013 han disminuido su deuda en un 6,1%, cifra que equivale a más de 12. 000 millones de euros. Las más activas ACS (la del proyecto Castor) y Endesa con recortes del 30 y 40%, respectivamente. Iberdrola -3.225 millones de euros; Telefónica, Repsol -12%.

Además, el mercado de deuda se ha vuelto a abrir para refinanciaciones, con la ayuda inestimable de la bajada de los tipos de interés.

Al Estado y a las Comunidades Autónomas les cuesta mucho más desapalancarse por motivos institucionales.

Si a un presidente de gran empresa se desprende de un activo importante para reducir deuda, lo más seguro es que será felicitado por su consejo y premiado con una subida de la acción en bolsa. 

Un responsable político tiene claro que, si desinvierte en una empresa pública, no obtendrá más que críticas de los trabajadores de dicha compañía y también de la opinión pública. («se están vendiendo las joyas de la abuela«, suelen decir). El PP todavía no ha vendido ninguna empresa pública.

En cualquier caso España tiene un nivel de deuda sobre el PIB demasiado alto. O se toman en serio las desinversiones –aunque sean a pérdidas– o no habrá crecimiento sano.

La deuda es necesaria para crecer, pero hasta un cierto límite. Depende de la propia capacidad de repago –es decir, de la intensidad del crecimiento– y/o del humor de los mercados.

Rafael Suñol
Economista, ESADE, IESE
Antiguo Presidente del BCI, CD de B. de Fomento, vp de Fecsa, CD de Aurica (SCR), vp ejecutivo de Catalana de Iniciatives (SCR), y, actualmente consejero de empresas (Peugeot España, Mémora…)