Lo que se juegan Madrid y España el 4-M

Madrid representa ante todo un modelo de éxito que, entre otras cosas, refleja el fracaso de las políticas de izquierdas

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a un acto del PP, el 29 de marzo de 2021 | EFE/JCH
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a un acto del PP, el 29 de marzo de 2021 | EFE/JCH

Las elecciones que se celebran el próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid determinarán, en gran medida, el futuro político y económico de España a corto y medio plazo.

Estos comicios sobrepasan el ámbito regional y prueba de ello es que se han implicado de forma directa tanto el líder de Podemos, Pablo Iglesias, como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Madrid, con Isabel Díaz Ayuso al frente, ha demostrado ser la única y sólida oposición a la coalición que conforman PSOE y Podemos y, por esta misma razón, el resultado que arrojen las urnas tendrá repercusiones en todo el país.

Madrid representa ante todo un modelo de éxito que, entre otras cosas, refleja el fracaso de las políticas de izquierdas. Con el paso de los años, se ha terminado convirtiendo para los votantes y gobiernos de otras comunidades autónomas en un espejo en el que mirarse y poder comparar lo que funciona y lo que no.

No en vano, Madrid fue la primera en eliminar en la práctica el Impuesto de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, desencadenando con ello una auténtica revolución fiscal que ha terminado extendiéndose a otras regiones.

Y ahora, en tiempos de pandemia, su apuesta por mantener bares y comercios abiertos al tiempo que se lucha contra el coronavirus ha logrado poner en cuestión las fuertes restricciones que imponen otras autonomías.

El éxito económico del modelo madrileño se resume en tres hitos muy concretos. En primer lugar, consolidarse como la región más rica del país, ya que aporta el 19,3% del PIB nacional, por encima de Cataluña (19%), y posee la mayor renta per cápita, con cerca de 36.000 euros al año, un 36% superior a la media española.

Madrid es, además, la comunidad que más ha crecido en la última década, con un avance medio del 1,8%, frente a la media nacional del 1,1%, y todo apunta a que liderará la recuperación económica tras la crisis del coronavirus.

Es evidente que el 4-M también influirá en el devenir político del conjunto de España

El 4-M se pone en juego esta senda de prosperidad, que es resultado directo de la provechosa combinación de dos principios básicos, impuestos bajos y libertad económica. Madrid tiene los impuestos más bajos y competitivos de España.

Las rebajas fiscales aprobadas en los últimos 16 años han generado un ahorro total de 53.000 millones de euros, más de 16.000 euros por contribuyente. Pero, al mismo tiempo, es la autonomía más libre de España.

Fue pionera en liberalizar los horarios comerciales, en permitir la libre elección de centro sanitario y educativo, y en tratar de reducir trabas a empresas y autónomos. Estas políticas contrastan diametralmente con las fuertes subidas de impuestos y el creciente intervencionismo que defienden Sánchez y sus socios.

Y siendo Madrid la principal oposición al Gobierno de PSOE y Podemos, es evidente que el 4-M también influirá en el devenir político del conjunto de España.

La victoria de Ayuso, más allá de suponer un espaldarazo al PP a nivel nacional tras el fracaso obtenido en Cataluña, marcará un punto de inflexión en la tensa relación que mantienen Sánchez e Iglesias, hasta el punto de desencadenar un posible adelanto electoral.

Si gobernara el PSOE, por el contrario, se vería obligado a contar con Podemos en caso de lograr representación y colocaría a Iglesias en una nueva posición de fuerza respecto a Sánchez. El 4-M será, sin duda, mucho más que una simple cita electoral a nivel autonómico.