Con un 47% menos de beneficios en 2011, una menor inversión y una morosidad en aumento, por encima del 4,11% sin apenas exposición al sector inmobiliario, la familia March lleva camino de tener que hacer caja en los próximos meses para dar algo más de lustre a unas cuentas que se cerraron el pasado ejercicio con unas ganancias de casi 64 millones de euros menos que 12 meses antes.
Los claroscuros de la habitual opacidad de Banca March se ponen más que nunca sobre la mesa. Es verdad que con su 26,7% siguen ostentando, por segundo año consecutivo, el mayor ratio de solvencia según los parámetros de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), y que a diciembre de 2011 la provisión genérica alcanzaba el máximo nivel permitido por la normativa, el 125% de la base de cálculo, que cubre ampliamente los nuevos requerimientos de dotaciones derivados del Real Decreto de saneamiento financiero.
Pero también hay que decir que, de no ser por ese apunte extraordinario de más de 170 millones, el resultado final hubiera sido ampliamente negativo. Desde la entidad achacan esa drástica reducción de los beneficios al diferente impacto fiscal entre los ejercicios 2010 y 2011 y al aumento de las provisiones en el 36,6%. Los márgenes, tanto el bruto como el de explotación, se resienten también sobremanera, con caídas significativas del 23,2% y del 32,4%, respectivamente.
De cara al futuro habrá que ver cómo evolucionan las sinergias derivadas del refuerzo en actividad de banca privada, patrimonial y de empresas, donde manejan ya un volumen de negocio cercano a los 9.000 millones de euros, o ese otro nicho de la correduría de seguros, reforzado tras el acuerdo alcanzado con el grupo británico Jardine Lloyd Thompson (JLT), cuarto bróker de seguros y consultor de previsión social mundial.
A partir de aquí, ahí está su todavía consistente cartera industrial controlada a través de la Corporación Financiera Alba o el fondo de capital de desarrollo Deyá Capital. Cartera que, no obstante, ha perdido buena parte de la capitalización con la que contaba hace meses. Un ejemplo, su participación más conocida, ese 18,3% de control que mantiene en el Grupo ACS vale hoy algo más de 1.200 millones de euros, un 35% menos que en marzo de 2010.
Las minusvalías en ACS son las más cuantiosas, pero no las únicas. Sus participaciones en Acerinox (24,2%), Indra (11,3%), Ebro Foods (8,3%) o Clínica Baviera (20%), también se han visto minoradas en los últimos doce meses, con evoluciones negativas de entre el 8% y el 31%. Solo en Proseguir aguantan el tipo. El 10% que posee el Grupo March en la empresa presidida por Helena Revoredo experimenta un retroceso inferior al 5%. El conjunto de su cartera en empresas del Mercado Continuo vale hoy en Bolsa unos 2.650 millones de euros.