Militantes de base
El que escribe estas líneas es el más humilde de los militantes de base del primer partido en Ourense, Galicia y España, un partido político que a día de hoy sigue siéndolo refrendado por las urnas. Supongo que al igual que los militantes de otras fuerzas políticas, a los que respeto rigurosamente aunque no compartamos ideología, esta crisis estructural nos habrá reafirmado aún más en nuestros ideales, principios y valores. Por lo menos al que escribe, sí.
Pero esta reafirmación no es sinónimo de transigir con conductas, actitudes o comportamientos indignos, impropios e incluso delictivos.
Me explico, y lo voy hacer de la forma más cristalina: toca hacer limpieza de mercenarios políticos que no están al servicio de unos ideales y del interés general de la ciudadanía, sino únicamente están a rentar lo máximo posible su permanencia a una formación política. Limpieza de palmeros indeseables que sólo buscan el favor de turno ante su fracaso personal para ser útiles a la sociedad por ellos mismos. Limpieza de los que presuntamente se han beneficiado económicamente de un partido, y a estos últimos que recaiga sobre ellos todo el peso de nuestro sistema judicial. Esta crisis debe limpiar la corrupción, libertinaje y desidia existente, a la vez que nos debe devolver los principios y valores a la sociedad .
La formación política a la que pertenezco la sostienen 800.000 mujeres y hombres en toda España con el fin de que nuestra aportación a la sociedad se manifieste y se ejerza democráticamente a través de la acción de gobierno, bien sea estatal, autonómica o local. Y aquí mi sincero reconocimiento a la labor desempeñada por miles de concejales y alcaldes de pequeños municipios que ponen de forma altruista su tiempo y recursos, su deber y buen hacer, al frente de ayuntamientos débiles económicamente y demográficamente, en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de sus vecinos, volcándose para ello los 365 del año en un afán de dedicación y de nobleza que los honra.
Pero mi opinión no es la misma en ámbitos como en mi ciudad,cuando asisto con vergüenza ajena al espectáculo bochornoso al que nos están sometiendo al todos los vecinos de Ourense, unos señores que dicen representar a toda una ciudad en su acción de grupo de gobierno, pero que siguen perjudicándola con una actitud deporable. Eso sí,manteniendo sus dedicaciones exclusivas a cuenta de nuestros impuestos.
Por todo esto Ourense necesita un cambio profundo que devuelva la ilusión y la esperanza a las 108.000 almas que aquí vivimos. Precisamente lamentables comportamientos como los que estamos presenciando me reafirman aún más en mi defensa de las listas abiertas. Por eso, en el próximo congreso nacional de mi partido redactaré, argumentaré, explicaré y defenderé una ponencia sobre la implantación definitiva de las listas abiertas con limitación de mandato en la formación en la que milito desde mi época de Alianza Popular. Una etapa de la cual me siento especialmente orgulloso e identificado ya que asentaron en mi juventud las bases ideológicas por las cuales me he regido toda mi vida. Listas abiertas que nos regeneren democráticamente y que nos ayuden a recuperar la credibilidad ante la sociedad.
Idealismo e incorformismo puesto al servicio de los ciudadanos es la hoja de ruta a seguir.