Final o principio político
El final político se certifica por la incapacidad de gobernar en medio de los innumerables escándalos que asedian al PSOE
El final político designa la forma en que culmina el segundo año de gobierno de coalición del PSOE y Sumar. Se habla de final político como consecuencia de la acumulación de casos de corrupción, de acoso sexual y de la pérdida de la mayoría de investidura; son factores que, en condiciones normales, deberían inducir al adelanto de las elecciones generales. Sin embargo, la pérdida de confianza del PNV, Junts per Catalunya, Sumar y Podemos contrasta con la determinación -e incluso la ilusión– del PSOE, que ve en las elecciones autonómicas de Extremadura (21 de diciembre de 2025 en la que ya han cosechado un mal resultado electoral), Aragón (8 de febrero de 2026), Castilla y León (15 de marzo de 2026) y Andalucía (junio de 2026) el punto de partida de una posible remontada electoral.
El final político se certifica por la incapacidad de gobernar en medio de los innumerables escándalos que asedian al PSOE, y el principio anhelado por Pedro Sánchez queda en el aire, a la espera de que los resultados electorales certifiquen que Vox puede gobernar España con el PP.
Con este nuevo ciclo, el PSOE busca hacer aflorar las razones por las cuales la publicación italiana L’Espresso ha nombrado persona del año a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, destacando su liderazgo político, el crecimiento económico bajo su mandato, las políticas de derechos civiles y de redistribución económica, la transición energética, su posicionamiento frente a las grandes empresas tecnológicas y su defensa del modelo socialdemócrata frente al modelo neoliberal.
El PSOE busca hacer aflorar las razones por las cuales la publicación italiana L’Espresso ha nombrado persona del año a Pedro Sánchez Pérez-Castejón
Este esfuerzo, sin embargo, queda eclipsado por los casos de corrupción que afectan a José Luis Ábalos Meco, Koldo García Izaguirre, Santos Cerdán León, Leire Díez Castro, Vicente Fernández Guerrero y Antxon Alonso Egurrola, así como por los casos de acoso sexual y abuso de poder atribuidos a Francisco Salazar, Antonio Hernández, Javier Izquierdo, José Tomé, Toni González y Francisco Luis Fernández, entre otros.
Hacer compatible la figura de una persona del año con la de un gobierno maniatado por la corrupción y los casos de acoso sexual plantea una pregunta central: ¿es posible convertir el final de un gobierno en un principio político gracias al eventual aumento electoral de Vox en los próximos comicios autonómicos?