Sí, leen bien. Presupuestos en crisis, que no de crisis. El gobierno valenciano, con el conseller de Hacienda a la cabeza, José Manuel Vela, ha cumplido en tiempo y forma presentando sus cuentas a pesar de la que está cayendo. Y parece que con eso les basta. La oposición ha dicho que son una chapuza. Y temerarios. No lo sé. Pero desde luego sí sé como cualquier ciudadano de estas tierras que son unos presupuestos en crisis porque apenas aportan algo, ni siquiera un poco de ingenio, para salir en el atolladero en el que estamos inmersos.
Se han reducido el 6,4%. Y en un momento en que tenemos una de las tasas de paro más altas de España, donde el desempleo afecta a 617.300 personas, descienden en más del 50% las partidas dedicadas a las políticas de empleo. El Servicio Valenciano de Empleo y Formación pasa de 494 millones a 208. Hagan cuentas. Las aportaciones a las entidades juveniles también sufren recortes drásticos. Tantos, que el Consejo de la Juventud de la Comunidad Valenciana, tras 30 años dedicado a garantizar la participación juvenil, ve peligrar su supervivencia. Como ha denunciado su presidenta, Carmen Robles, la tijera selectiva aplicada por el ejecutivo de Alberto Fabra, afecta sobre todo a los jóvenes, que han perdido la subvención de la EMT, y que nunca podrán acceder a las prometidas ayudas al alquiler.
Sin embargo, se ha aumentado el presupuesto del Circuito del Motor de Cheste en un 31%, y la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), que hace y deshace en la mayor parte de las adjudicaciones que se llevan a cabo en el aeropuerto de Castellón, Terra Mítica y la Ciudad de la Luz, entre otros, mantiene su presupuesto, 164 millones de euros.
La empresa pública dependiente de la Generalitat, que paga por el servicio de vigilancia y seguridad de sus oficinas en la plaza del Temple más de 51.000 euros al año, controla concursos que van desde el mantenimiento y conservación de la red de aguas pluviales, residuales, la señalización y mobiliario del Parque Temático de Benidorm-Finestrat por cerca de medio millón de euros, hasta el contrato menor de un video promocional y reportaje fotográfico siguiendo la construcción del Centro Cultural de Benidorm por más de 19.000 euros.
Y como sobra el dinero, SPTCV tiene en activo un concurso de ideas para la realización de un Máster Plan para el proyecto Ciudad de las Lenguas de Castellón presupuestado en más de 150.000 euros. Más del doble de lo que reclaman los farmacéuticos de Castellón a los que la Generalitat adeuda desde julio más de 60 millones de pesetas. Las 300 farmacias afectadas en la provincia han anunciado un paro de tres días ante la grave situación económica que atraviesan muchas de ellas, a las que los bancos ya no dan créditos para abastecerse.
En Alicante han amenazado con no dispensar medicinas. En total, la Generalitat debe al sector farmacéutico más de 840 millones de euros, a los que la institución dice que no puede hacer frente. En el mismo caso se encuentran las empresas que asisten a los enfermos dependientes. Se les adeuda 70 millones de euros.
Se trata de unos presupuestos para salir del paso y no para salir de la crisis, basados en un crecimiento del 1%. Las inversiones caen un 20%, se reducen las subvenciones y ayudas al empleo, mientras los gastos de funcionamiento suben más del 11%. El déficit previsto de 1.412 millones, que piensa cubrir con emisión de deuda pública. ¿Alguien se cree algo?