Presupuestos en el aire

Valorar algo que se desconoce es muy complicado aunque Gobierno y oposición no cesen de hablar sobre ello

La discusión sobre los Presupuestos Generales del Estado se está realizando sin que ningún partido sepa cuáles son, ni tampoco los ciudadanos. Tenemos alguna idea sobre qué aspectos quieren abordarse pero no sabemos concretamente cuáles son las partidas ni sus dotaciones económicas.

Recordemos que en el pasado el ministro de Economía se hacía hacer una serie de fotografías enseñando un USB que supuestamente contenía los Presupuestos Generales del Estado.

La imagen ha sido sustituida por ruedas de prensa de la ministra de Hacienda, también portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, responsable y encargada de pilotar su aprobación, argumentando que es precisa la implicación de todos los partidos para sacar adelante las cuentas.

La cuestión esencial es que nadie puede apoyarlos o criticarlos sin haberlos visto. Se está discutiendo su alcance, se habla de pactos, se solicita apoyo pero no para avanzar en los Presupuestos sino para ver si hay agua para poder tirase y enseñarlos.

Hay quienes dicen que se prorrogarán las cuentas de Cristóbal Montoro porque, entre otras cosas, no hay unos Presupuestos Generales del Estado que se puedan discutir. Valorar algo que se desconoce es muy complicado aunque Gobierno y oposición no cesen de hablar sobre ello.

Lo interesante de esta curiosa situación es que nadie señala la necesidad de exponer públicamente los Presupuestos que debe presentar el Gobierno. Solo es necesaria su invocación, afirmando que se puedan aprobar los Presupuestos con el acuerdo de ERC o Bildu, para generar la más enérgica condena, aunque nadie sepa qué se ha pactado.

La política española está dispuesta a discutir sobre aquello que no existe para evitar hablar de cosas concretas

Lo mismo ocurre con ERC, que realiza todo tipo de encuentros en torno al apoyo a los Presupuestos; cuentas que no podrá discutir porque no las ha podido estudiar porque no las ha visto.

Nos encontramos ante un claro ejercicio de simulación, de tanteo, de regateo político que tiene como objetivo dilucidar qué tipo de Presupuestos se podrán aprobar y podrán cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea.

La discusión de los Presupuestos sin presupuestos permite constatar que la política española está dispuesta a discutir sobre aquello que no existe para, de este modo, evitar hablar de cosas concretas.