Pueden llegar tarde 

Me van a perdonar la franqueza, pero no es momento de grandes oratorias, de florituras, de discursos sublimes cargados de citas. Es momento de pisar la calle, de ver la realidad, de asumir que el Gobierno va tarde

Me van a perdonar la franqueza, pero no es momento de grandes oratorias, de florituras, de discursos sublimes cargados de citas. Es momento de pisar la calle, de ver la realidad, de asumir que el Gobierno va tarde. Es alucinante. Tras más de una semana de protestas de miles de transportistas autónomos, diversas y maratonianas reuniones de la mesa y un clamor en la calle… el Gobierno responde con propuestas mínimas, inconcretas, inconclusas e insuficientes. 

Lo que se exige es una respuesta inmediata para paliar la insostenible situación de los autónomos afectados por todas las subidas de precios tanto de la luz como de los carburantes y otras energías no lo que se pone encima de la mesa. La escalada incontrolada de precios afecta directamente a 1.100.000 autónomos, uno de cada tres. E indirectamente a todos. Es insostenible. Parece, a veces, que el Gobierno vive en otro país diferente al que vivimos los autónomos o los ciudadanos. Muchos autónomos, que aún no se habían recuperado de la baja actividad en la pandemia reciben estos precios como la puntilla que les faltaba para tener que cerrar sus negocios. Y todo por la inacción de un Gobierno que se dio 10 días para solucionar algo que es además de importante, urgente. 

Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de los trabajadores autónomos, pero pocos conocen el peso real, social y económico que tiene este colectivo. En España trabajamos 3.314.413 autónomos. Un colectivo muy heterogéneo con un punto de unión: somos el eslabón más débil de la cadena. Hemos sufrido y salido muy perjudicados de la pandemia. Los autónomos están integrados en todos los sectores de la actividad productiva: de la agricultura al ocio, de la industria a la hostelería, de lo sanitario a los taxistas, de la educación a la ganadería, de las actividades inmobiliarias al trasporte. Generamos el 20% del PIB y aunque el 92% de las empresas tienen menos de cinco trabajadores generamos un tercio del empleo en España. 
 
No podemos olvidar que los costes energéticos han aumentado hasta un 40% en el último año, lo que a su vez incrementa el precio de las materias primas, los portes, etc. Este aumento de gastos se suma a la baja facturación que arrastramos desde 2020. A pesar de ICOs, ERTE y prestaciones extraordinarias por cese de actividad que han salvado a muchos autónomos y empresas, la situación sigue siendo de supervivencia. 
 
Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos consideramos imprescindible poner en marcha ya medidas en este sentido: 

  • Aplazar hasta 2025 cualquier reforma del sistema de cotización de autónomos. 
  • Suspender hasta al menos 2025 la aplicación de la subida de cotizaciones aprobada como Mecanismo de Equidad Intergeneracional y prevista para 2023. 
  • Suspender cualquier subida de impuestos y cotizaciones hasta que recuperemos el PIB anterior a la pandemia y se estabilice la situación económica europea y nacional.  
  • Aplicar mecanismos fiscales y bajadas de impuestos para reducir los costes energéticos. 
  • Ayudas especiales para los sectores afectados por la subida de los carburantes, como son, por ejemplo: taxi, pesca, movimiento de tierras, agentes comerciales o ganaderos. 
  • Ayudas especiales para los sectores y autónomos afectados por los incrementos de precios de fertilizantes y cereales. 
  • Impulsar el mecanismo RED para los ERTE tanto para empresas como para autónomos afectados por la crisis de precios y de falta de materias primas. 
  • Una ayuda extraordinaria de cese de actividad de forma urgente para los autónomos cuya actividad haya caído un 50%. Clarificar las causas de fuerza mayor de la prestación por cese de actividad.  
  • Reinvertir las ayudas directas no ejecutadas (casi 3.000 millones) en un paquete de nuevas ayudas al tejido empresarial. 

Mientras que todos los países europeos han reaccionado y tomado medidas el Gobierno español se marca fechas a medio plazo. Vamos tarde. Estamos a verlas venir con muchos anuncios pero ningún hecho concreto.  

No es momento de pedir nuevos esfuerzos a los autónomos. Muy al contrario. Es el momento de eliminar trabas, de bajar impuestos, de apoyar al que crea empleo

Lorenzo Amor

Está claro ante estos argumentos, insisto, que no es momento de pedir nuevos esfuerzos a los autónomos. Muy al contrario. Es el momento de eliminar trabas, de bajar impuestos, de apoyar al que crea empleo. Dos de cada tres autónomos no se han recuperado aún de la pandemia. A esto hay que sumarle esta escalada de precios desde el segundo semestre de 2021. Hay autónomos que siguen vendiendo lo mismo pero tienen más gastos y además han subido costes laborales. Están asfixiados. 
 
Sólo uno de cada cinco autónomos, un 20%, recibió una ayuda directa. Un enorme fracaso. Y lo peor, el 40% de lo destinado a las ayudas se tuvo que devolver. En la línea de ayudas del Real Decreto 5/2021 se establecían cosas incomprensibles: por ejemplo, que los autónomos no puedan acceder a la ayuda de 3.000 euros porque no tienen gastos. Para justificar la ayuda es obligatorio presentar un gasto. Que alguien me explique cómo un guía de turismo, un músico, un fisioterapeuta, un traductor autónomo pueden acceder a las ayudas si no han tenido gastos. Ese dinero que se ha devuelto que se utilice, que se pongan en marcha nuevas ayudas. Vamos a destinar el dinero para lo que recibimos y a dar de verdad una ayuda. 
 
El Gobierno debe dejarse de anuncios y pasar a la acción ya. Puede llegar tarde para muchos.