Reestructurando préstamos hipotecarios
Los seguidores de este blog saben que siempre he defendido una actuación de abajo a arriba: en lugar de inyectar capital en los bancos lo lógico sería reestructurar las hipotecas de la gente que con mayor probabilidad dejará de pagarla (pero con condiciones para asegurarse que no se beneficiará a familias que puedan pagar la hipoteca sin ayuda). Esta aproximación reduciría la tasa de morosidad y mejoraría la valoración en el largo plazo de muchos de los activos tóxicos, lo que haría menos necesaria la recapitalización de los bancos. Pero hay un pequeño problema: la mejora de las condiciones de los préstamos puede afectar negativamente, al menos en el corto plazo, al valor de los activos tóxicos al reducir los flujos de ingresos. Vamos por partes.