Salpicaduras andorranas del caso Pujol
Arrecia el descomunal escándalo sobre la fortuna oculta de Jordi Pujol y su familia. Sus vicisitudes se palpan con particular dureza en los medios económicos de Andorra. Nunca antes hubo de afrontar el Principado un asunto tan espinoso como éste. Entre sus protagonistas figura un profesional, Joaquín Valenzuela, a quien se achaca la filtración de los datos bancarios de la dinastía Pujol.
Valenzuela militó durante un tiempo en las filas directivas de Andbank. A raíz de una guerra de fichajes desatada en el compacto sistema crediticio del país, fue captado por otra entidad financiera. Pero resulta que su contrato con Andbank contenía una cláusula por la que se obligaba a no prestar sus servicios en bancos rivales durante un cierto periodo.
Así que fue demandado por Andbank y condenado a indemnizarlo con cerca de 800.000 euros. Dícese que Valenzuela pidió ayuda a BPA para abonar la suma, pero ésta se hizo la sueca y el individuo se largó entonces del banco con cajas destempladas, no sin antes hacerse con la explosiva información relativa a los depósitos de los Pujol.
Del embrollo salen malparadas dos instituciones públicas, el Institut Nacional Andorrà de Finanzas (Inef) y la Unitat d’Intel.ligència Financera (UIF), equivalentes al Banco de España y al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales. La directora general del Inef permaneció casi todo el mes de agosto disfrutando de sus vacaciones, pese al estallido del mayor escándalo pecuniario acaecido en la historia del país. A su vez, la UIF se toma el caso con singular parsimonia y ni siquiera ha cursado requerimientos de información a algunos de los bancos afectados.
La historia de los fondos de los Pujol es curiosa. Según fuentes solventes, el enorme patrimonio del clan estuvo remansado, inicialmente, en Banca Reig, feudo del linaje Ribas Reig. El hecho no tiene nada de extraño, dadas las excelentes y antiguas relaciones de Jordi Pujol Soley con Oscar Ribas Reig, quien fue jefe de Gobierno andorrano en los primeros años ochenta y después en los noventa.
En el año 2002, Banca Reig acordó la fusión con Banc Agrícol i Comercial d’Andorra, de la que surgió Andorra Banc Agrícol Reig, conocido como Andbank. El presidente de éste, Manuel Cerqueda, trabó excelentes lazos con Jordi Pujol Ferrusola, con quien comparte el gusto por los automóviles de lujo. Por cierto, Cerqueda trabajó en su juventud, a mediados de los años setenta, en Banca Catalana, enviado por su padre para irse adiestrando en el negocio.
Los estrechos vínculos entre los Pujol y Andbank se mantuvieron intactos hasta el año 2010, cuando Andorra suscribió con la Ocde un magno acuerdo de intercambio de información. Semejante hecho entrañó borrar el Principado del catálogo de paraísos fiscales que elabora periódicamente dicho organismo. A la sazón, la presencia de la saga catalana entre la clientela de Andbank se tornó una bomba de relojería que podía estallar en cualquier momento. Y Manuel Cerqueda urgió a la progenie del muy honorable a que regularizara su situación, o en caso contrario, trasladase su peculio a otra entidad.
Fraude generacional
Los Pujol no tuvieron que estrujarse demasiado el caletre para dar con su nueva guarida. La encontraron muy cerca, en la parroquia de Escaldes-Engordany, sede de la Banca Privada d’Andorra, propiedad de los Cierco, cuyo acervo se dice que tiene origen, como tantos otros del país, en el contrabando de tabaco. Los Cierco monopolizan la distribución de Marlboro en Andorra, mientras que los Ribas poseen Winston.
Pese a que se trataba de un depositante de los conocidos en el argot local por “pep” (acrónimo de “persones exposades políticament”), los Cierco lo acogieron con los brazos abiertos. En el Principado es fama y razón que los criterios de BPA a la hora de ingresar numerario son bastante laxos.
BPA se rige por una doble presidencia que encarnan alternativamente los hermanos Higini y Ramon Cierco Noguer, primos hermanos del político socialista catalán Higini Clotas Cierco. Ramon es, asimismo, miembro de la junta directiva del FC Barcelona y vicepresidente de su fundación. Por su parte, el consejero delegado de Andbank, Jordi Comas, es hijo del político convergente Antoni Comas, que fue consejero de Benestar Social.
Según mis fuentes, la estirpe pujoliana también mantuvo cuentas en Mora Banc, a nombre de una fundación. Y el importe conjunto de los caudales que ha movido en el país pirenaico se calcula en una cifra próxima a los 500 millones de euros.
Es probable que nunca llegue a saberse cuánto dinero ha evadido esta casta depredadora. Lo cierto es que durante nada menos que tres generaciones ha defraudado al fisco y durante dos generaciones ha saqueando presuntamente a los contribuyentes catalanes a destajo.
Desde que se iniciaron las pesquisas en la Audiencia Nacional, pronto hará veinte meses, no se ha adoptado ninguna medida cautelar contra el primogénito Jordi Pujol Ferrusola. Toda la tribu ha disfrutado de libertad plena para viajar por el ancho mundo y poner sus millonarios saldos a buen recaudo, pese a estar acreditado que disponen de ahorros ocultos en al menos una decena de remotos enclaves fiscales.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz se toma su tiempo y no parece que tenga excesivas prisas. De hecho, tras disfrutar de sus vacaciones durante el mes de agosto, estos primeros días de septiembre ha viajado a Guatemala para participar en unas conferencias sobre asuntos jurídicos.