Sanidad castiga a Madrid con la fase 0 por cuestiones políticas

No hay razones objetivas para denegar la fase 1 a la Comunidad de Madrid si se compara lo sucedido con otras regiones

Una de las muchas mentiras que ha vertido el Gobierno de Pedro Sánchez durante la crisis del coronavirus es que todas sus decisiones han sido adoptadas bajo criterios técnicos, en función de las recomendaciones y análisis que han elaborado sus expertos.

Es la excusa que ha empleado el Ejecutivo para defender su nefasta gestión sanitaria en plena oleada de infectados y es la que está usando ahora para justificar los pasos que va dando en la “desescalada”, incluyendo el cambio o no de fase que solicitan las comunidades autónomas.

Sin embargo, la tan cacareada “ciencia” poco o nada tiene que ver en la toma de decisiones del Gobierno, ya que ésta sirve para defender una cosa y la contraria en función de los intereses políticos de Sánchez. Esta es la razón por la que, después de desaconsejar durante semanas el uso de mascarillas entre la población, ahora pretende imponer su obligatoriedad parapetándose, una vez más, en la opinión de esos mismos “expertos” cuya identidad se desconoce.

Lo mismo sucede en el caso de la Comunidad de Madrid, cuya petición para pasar a la fase 1 del desconfinamiento ha sido rechazada de nuevo por el Ministerio de Sanidad mediante un presunto informe técnico cuya forma y contenido no se sostiene.

La sola publicación del citado documento ya clama al cielo. Su filtración a un periódico próximo al PSOE durante la rueda de prensa que celebraba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el pasado sábado por la mañana, sin que fuera remitido previamente a la región, es un insulto a las instituciones y al estado de derecho, y, por tanto, un escándalo en sí mismo.

Que ese informe, además, fuera firmado por la directora general de Salud Pública del Ministerio a las 21:57 horas del viernes, es decir, con posterioridad a que el Gobierno anunciase que Madrid no pasaba de fase, es, simple y llanamente, una tomadura de pelo.

La alta densidad poblacional de la capital no es excusa para denegar la solicitud

Y todo ello sin olvidar que, a día de hoy, Sanidad sigue sin publicar el nombre de los “expertos” que conforman el comité encargado de decidir cómo y cuándo se cambia de fase, al tiempo que oculta los informes empleados para determinar el avance del resto de comunidades autónomas, clave para poder dilucidar si los criterios utilizados son realmente objetivos.

Pero, siendo la forma de actuar preocupante, lo más grave son los argumentos esgrimidos en el citado documento para rechazar el avance de la Comunidad de Madrid. La alta densidad poblacional de la capital, con más de 5.400 habitantes por km², no es excusa para denegar la solicitud si se tiene en cuenta que otras grandes ciudades europeas, como París o Londres, ya han iniciado el desconfinamiento.

La incidencia de la enfermedad tampoco es motivo suficiente, dado que La Rioja, por ejemplo, se encuentra en fase 1 desde el pasado 8 de mayo registrando más casos por cada 100.000 habitantes que Madrid.

En cuanto al funcionamiento del servicio sanitario, el Ministerio parece no tener en cuenta que la región acaba de renovar hasta final de año al personal contratado durante la pandemia para reforzar el sistema ante la posibilidad de nuevos rebrotes, junto con la compra de material de protección suficiente para afrontar otra oleada y el destino de nuevos recursos a las unidades de trazabilidad y detección precoz de la enfermedad.

Asimismo, llama la atención que el Ministerio cuestione la capacidad de la Comunidad de Madrid para realizar pruebas de detección PCR cuando, según sus propios datos oficiales, registra una tasa de 60,4 por cada 1.000 habitantes, casi 20 puntos superior a la media nacional y muy por encima de otras regiones que ya se encuentran en la fase 1.

Y, por último, cabe recordar que la amplia red de hospitales públicos y privados que existe en la región permite, en caso necesario, triplicar la capacidad de las Urgencias, doblar las camas convencionales de hospitalización y multiplicar por tres las camas de UCI.

Sánchez busca desviar la atención de su responsabilidad directa en el desastre del coronavirus

A la vista de estos datos resulta difícilmente justificable la decisión adoptada por el Ministerio de Sanidad. No hay razones objetivas para denegar la fase 1 a la Comunidad de Madrid si se compara lo sucedido con otras regiones.

Es evidente que han de garantizarse todas las medidas de prevención necesarias para evitar una segunda ola, pero lo que no cabe, en ningún caso, es discriminar a una u otra autonomía por razones políticas en base a la aplicación de unos criterios que no son uniformes ni técnicos.

La nueva estrategia de Sánchez consiste en culpar a Madrid y a los madrileños para desviar la atención de su responsabilidad directa en el desastre del coronavirus.