Seguridad Social y empleados del hogar: seamos más ambiciosos

 

Comentarios sobre la extensión del Régimen de Seguridad Social de los empleados de hogar.

En las primeras semanas de marzo la Organización Internacional del Trabajo ha hecho público un interesante informe sobre la «Protección social del trabajo doméstico» a nivel internacional, informe en el que España se sitúa a la cabeza de los países de su entorno.

El informe estima el nivel de cobertura de este tipo de trabajadores en España en un 68,5%, similar al que se registra en Francia y muy superior al de otros países de nuestro entorno social y económico, como sucede en el caso de Italia, al que se le asigna una tasa de cobertura de un 42%.

En nuestro país la situación de los empleados de hogar sufre una verdadera revolución con la integración en 2012 del Régimen Especial de Empleados de Hogar en el Régimen General y la generalización de la obligación de la afiliación y alta de los empleados de hogar a partir de enero de 2013.

En el conjunto de España el citado cambio normativo implica que pasemos de los 13.432 empleados de hogar afiliados a la Seguridad Social en enero de 2012 a 415.228 en el mismo mes de 2013. En Galicia la situación es muy similar, multiplicándose por 32 el número de afiliados existentes en enero de 2012 (849) en tan sólo un año, pasando a 27.141 en enero de 2013.

No obstante, aún queda mucho camino por recorrer, y que, aunque sea una obviedad, el que la tasa de cobertura de este colectivo de trabajadores sea de un 68% implica que un 30% de los trabajadores del sector no están incluidos en el Régimen de la Seguridad Social.

Por otro lado los datos desde la regularización en masa producida en 2013 nos dicen que el cambio producido en ese momento no ha ido evolucionando, ya que el número de empleados de hogar afiliados a la Seguridad Social ha permanecido prácticamente inalterable, decreciendo en muchas comunidades autónomas, mientras que en otras, como en Galicia, el crecimiento no llega al 1%.

Mucho me temo que los motivos de la posición puntera de nuestro país en materia de cobertura de empleados de hogar no tiene su origen en una concienciación por parte de la sociedad del grado de desprotección de este colectivo, tradicionalmente compuesto muy mayoritariamente por mujeres y en el que prolifera la población inmigrante, sino por el efecto de la obligatoriedad del sistema, esquemas de contribución diferenciada respecto de otros trabajadores, modelos de afiliación para supuestos de empleadores múltiples.

Tenemos el mecanismo y las herramientas necesarias, por lo que queda en nuestras manos, en las de cada uno de nosotros, el que, con una mayor concienciación, consigamos una progresiva generalización de un sistema de cobertura. Y consigamos, también en este importante ámbito, figurar con orgullo entre los países más desarrollados. 

Ricardo Pérez Seoane es abogado, especialista en Derecho Laboral y Societario. Miembro de Estudio Jurídico EJASO, oficina de A Coruña.