‘Tecnologizarse’ como concepto

El concepto “tecnologizarse” va más allá de un término más o menos innovador, se trata de un cambio de mentalidad de nuestros empresarios

A nadie le sorprende que nuestro país lidere en muchos aspectos al resto del mundo. Si hablamos de arte y creatividad, nos vienen a la cabeza Goya, Velázquez, Manuel de Falla, Cervantes, Picasso, Salvador Dalí, Camilo José Cela y un largo etcétera de personajes españoles que rompieron barreras y transgredieron el establishment en sus correspondientes épocas. 

Los españoles inventamos la fregona, el submarino, el Chupa Chups, la guitarra, el autogiro y hasta el futbolín, entre otras muchas cosas que fueron revolucionarias. Hemos tenido épocas doradas de desarrollo donde liderábamos el mundo y hasta hace cinco siglos éramos la vanguardia en gran parte de las áreas de la vida humana. 

Sin embargo, trasladándonos a la época actual, aparecemos en los últimos puestos en algo que hace que los países tiren fuertemente para delante: se trata del nivel de tecnologización que poseen nuestras empresas, y esto es una cuestión de competitividad. 

No vamos a entrar en las famosas declaraciones de intenciones sobre la I+D (investigación y desarrollo) ya que suenan un poco a tópico y a lo que es políticamente usado y correcto. Mi intención es darle un cariz mucho más práctico y real. 

La tecnología en la empresa contribuye a agilizar, aligerar y optimizar los procesos productivos, y esto no es ni más ni menos que el detonante para conseguir que nuestras empresas compitan no solo en costes sino también en diferenciación, dado que conseguirán ofertar productos de mayor calidad a menor precio. 

El nivel de tecnologización de la empresa española está muy por debajo de la media de Europa y mucho más pensando que somos la cuarta economía más importante de la Unión Europea. Es cierto que en los últimos años esta brecha ha ido decreciendo, pero España aún necesita un esfuerzo extra para intentar alcanzar la media europea. Sectores como el transporte o la agricultura se caracterizan por la baja tasa de implementación de tecnología, ámbitos que con la ayuda de nuevas herramientas verían mejorar sus costes y aumentar la producción. 

El concepto “tecnologizarse” va más allá de un término más o menos innovador, se trata de un cambio de mentalidad de nuestros empresarios hacia la apuesta tecnológica. No ver una inversión en tecnología como un gasto prescindible sino como una necesidad para competir. 

Tecnologizarse es la inquietud de buscar soluciones que agilicen nuestros procesos, que eviten o anulen el uso de papel, que nos hagan más autosuficientes, más sostenibles y conseguir hacer más cosas con menos recursos. Es sinónimo de ser competitivo y es esa competitividad la que conseguirá generar riqueza y evitar que nuestras empresas pasen a engrosar el censo del cementerio de aquellos proyectos empresariales que fracasaron. Tecnologizarse o morir. 

 

José Antonio Ferreira Dapía, consultor tecnológico en Ferreira DapíaTechnologyConsultant