Un retiro dorado para Dolores Delgado

El intento de dejar colocada a la Fiscal General del Estado, en cuanto cese en su cargo, ha traspasado todas las líneas rojas

Dolores Delgado está más que amortizada como Fiscal General del Estado. Tan chamuscada, después de su polémica gestión al mando de la institución que cree que ha llegado la hora de su relevo. Y, en compensación por los servicios prestados, Pedro Sánchez le quiere hacer un traje a medida. Camuflado por la propaganda de la portavoz del gobierno, Isabel Rodriguez, que donde los demás ven una “cacicada”, ella ve “ técnicas parlamentarias”, donde los fiscales ven una maniobra inaceptable, la ministra de justicia, Pilar LLop, habla de “independencia y autonomía”, unos conceptos asociados a la Fiscal General del Estado más polémica de los últimos tiempos.

De todas las veces que el gobierno de la Moncloa ha intentado colar de rondón una carta marcada, aprovechando otras votaciones que nada tenían que ver con el objeto de su trampa para introducir cambios de difícil explicación, la más descarada ha sido la maniobra para buscar un retiro dorados a Dolores Delgado.

El PSOE simula sorpresa e indignación cuando la Unión Europea alerta sobre las puertas giratorias entre la política y la justicia en España. Pero la enmienda a la tramitación de la nueva ley concursal no significa otra cosa que la búsqueda de un atajo para premiar a la Fiscal General por sus servicios prestados.

Pedro Sánchez intentó colar a Pablo Iglesias, el vicepresidente más desestabilizador del gobierno de la Moncloa, en el CNI aprovechando un decreto contra el Covid, deslizó la ampliación de los ERTE de agencias de viaje en un decreto sobre la sequía. Pero el intento de dejar colocada a Dolores Delgado en cuanto cese en su cargo ha traspasado todas las líneas rojas. Las asociaciones de fiscales claman al cielo y no le apoyan ni sus socios de gobierno. Ha conseguido escandalizar hasta al propio portavoz podemita, Pablo Echenique, molesto no sólo porque su partido no había sido consultado sino porque se le han visto todas las vergüenzas al presidente al pretender colar la jubilación VIP de la Fiscal General a través de la ley concursal.

La fiscal general del Estado Dolores Delgado. EFE/Cati Cladera

La que fue diputada del PSOE y ministra de Justicia, contertulia comensal del comisario Villarejo y pareja del juez inhabilitado Baltasar Garzón, ha sido la fiscal más sectaria y servil al gobierno de todos los conocidos. Por su historial antes de llegar al cargo. Por sus injerencias durante el ejercicio. Una actitud que le ha permitido a Pedro Sánchez hacer y deshacer a su antojo y presumir de que ejercía un control sobre la institución. ¿De quién depende la Fiscalía? “Pues ya está” se jactaba cuando presumía de ser él quien iba a poner a Puigdemont en manos de la justicia española. Y hasta ahora, por cierto.

Muchos fiscales han considerado esta maniobra de puertas giratorias una “cacicada”, sorprendidos de las prisas del gobierno por tramitar una cuestión que no es prioritaria. Una premura que quizá explique el deseo de Dolores Delgado de salir cuanto antes, con fuerza y honor, de la Fiscalía General del Estado. Después de haber hecho las labores más ingentes de la fontanería se convertirá, cuando cese en su cargo, en fiscal de sala del Tribunal Supremo, como por arte de magia, automáticamente, en lugar de volver al destino de donde salió antes de dedicarse a la política militante desde las instituciones.

Su historial desde el timón de la Fiscalía está manchado de injerencias. El caso Trapero, Pérez de los Cobos, la dilación en la investigación al Rey emérito que tanto le ha costado cerrar, y, como colofón, su empeño en buscar caso donde no hay con la presidenta de la comunidad madrileña.

La obsesión con Díaz Ayuso

Del caso Ayuso, que no hay caso, ha llegado a estirar tanto la cuerda que ha topado con la Fiscal general europea que, después de advertirle que la división de las diligencias es un desafío a la Unión Europea porque afecta a la supremacía del derecho comunitario, le acusó, en realidad, de haber sido “parcial” al no haber querido ceder la causa completa. Choque de competencias para investigar el contrato de venta de mascarillas por la comunidad de Madrid del que se benefició el hermano de la presidenta.

Del caso Ayuso, que no hay caso, ha llegado a estirar tanto la cuerda que ha topado con la Fiscal general europea

Pero no hay sustento legal para la investigación. Por mucho que se haya empeñado desde España la Fiscal Concepción Sabadell. Este fichaje, cercano a Dolores Delgado, ya tiene unos trienios en su historial de investigación sobre presuntos casos de corrupción en el PP. En las acusaciones por los trajes del ex presidente valenciano Francisco Camps, que resultó absuelto, y en la trama Gürtel, por ejemplo. Pero lo curioso es que quien le puso sobre la pista del hermano de Isabel Diaz Ayuso fueron Pablo Casado y Teodoro García Egea cuando se paseaban con un dossier de acusaciones sin pruebas y dejaron a la presidenta de Madrid salpicada por una tormenta de sospechas. Ellos ya forman parte de la historia del PP. Isabel Diaz Ayuso sigue.