Una reforma necesaria
La reforma en profundidad de la función pública es uno de los temas que en este momento de crisis está pasando más inadvertido a toda la opinión y medios de comunicación. Es realmente complicado encontrar referencias o menciones a este aspecto en los medios y no es un tema que forme parte del discurso habitual en el entorno de la crisis. Sin embargo es un tema de extraordinaria importancia dado el peso relativo en el PIB del sector público en los países de la OCDE.
En enero de este año, pertenecían a la función pública en España un poco más de tres millones (!!!) de personas frente a los apenas dos millones de hace tan solo diez años. Mientras que en 2008 se perdían 634 mil empleos en el sector privado, el sector público creció en 116 mil personas con un coste sólo en nóminas de 108.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, el 10% del PIB español.
No solo es necesario sino imprescindible dada la magnitud de las cifras y el peso del sector sobre el PIB afrontar una reforma en profundidad e introducir temas como la productividad, la retribución por objetivos, el despido objetivo, la contención salarial, que sirvan para dinamizar y mejorar la actividad de los servidores públicos.
Además de eso hay que ejecutar un estricto control del gasto de la Administaciones (les invito a que comprueben de qué marca son los sanitarios en las nuevas instalaciones de varios departamentos de la Generalitat) en aspectos no ligados a la prestación de servicios públicos tales como edificios, comunicaciones, transportes, dietas… . ¿Seguimos?
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