Contundente mayoría absoluta de Feijóo y cómoda victoria de Urkullu

En Galicia el candidato popular mejora el éxito cosechado en 2012 y borra del mapa a Ciudadanos, la única fuerza llamada a quitarle votos. En el País Vasco, Urkullu revalida su mandato pero necesitará pactar para poder gobernar sin contratiempos

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Esta vez las encuestas acertaron. Alberto Núñez Feijóo repetirá mayoría absoluta en Galicia, la tercera después que en 2009 se impusiera por la mínima a PSdeG y BNG después del gobierno bipartito. Era entonces un candidato con dudoso carisma y especialmente agresivo. Ahora es un pilar del PP, ocupa plazas de privilegio en la renovación que debe afrontar el partido en España y arrasa cada vez que se ponen las urnas.

Con el 93% del escrutinio, ya no hay duda de que el PP gobernará en Galicia. Suma 42 diputados, uno más que en 2012, sin notar en nada la entrada de nuevas fuerzas ni los casos de corrupción que golpearon a los populares. Ciudadanos, la fuerza llamada a restarle votos en el lado derecho del tablero, lo tiene casi imposible para entrar en el Parlamento.
 
En Marea lograría hacerse con el liderazgo de la oposición, sumando un diputado más que el PSdeG, 14 frente a 13. El BNG conseguiría seis diputados, uno menos que en 2012, pero un gran resultado para Ana Pontón, que logra frenar el desgaste de la formación nacionalista.

Urkullu buscará pactar con el socialismo para gobernar tranquilo

En el País Vasco, el actual presidente Iñigo Urkullu revalida su mandato por cuatro años más: ha obtenido 29 diputados, dos más que en las autonómicas de 2012. Aunque la mayoría absoluta en el parlamento vasco es de 38 legisladores, al candidato del PNV le basta con obtener la mayoría simple en la segunda ronda de la investidura para renovar su mandato.

EH Bildu se afianza como la segunda fuerza en territorio vasco, pero a costa de una llamativa perdida de votos: ha logrado 17 legisladores, cuando en el 2012 había llegado al techo de 21 representantes. Podemos, que había triunfado en las elecciones generales de junio con 333.000 votos, ahora ha caído a la tercer posición con 11 diputados con una perdida de la mitad de sufragios respecto a tres meses atrás.

El Partido Socialista vasco refleja la debacle que sufre a nivel español: con nueve diputados ha obtenido los peores resultados en las últimas tres décadas, y en cuatro años se ha dejado en el camino siete representantes.

De hecho, si el PSE queda en el cuarto lugar será por los 126.000 votos que ha logrado frente a los 107.000 del Partido Popular, que también le permiten obtener nueve diputados, uno menos que en el 2012.

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