El independentismo invade por completo la UGT catalana

El histórico secretario general del sindicato en Cataluña, Josep Maria Álvarez, se retira después de 25 años y dos dirigentes secesionistas se disputan su sucesión

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El secretario general de la UGT de Catalunya, Josep María Álvarez, luchará por el liderazgo del sindicato a nivel estatal, dejando vacía una silla que ha ocupado desde 1990. Su sucesión en Cataluña se la jugarán dos dirigentes de la organización con un perfil claramente independentista: Camil Ros y Laura Pelay.

Antes de ser reelegido por última vez, Álvarez ya anunció que no se volvería a presentar a la secretaria general en 2016 y pidió a quien quisiera sucederle que diera un paso al frente. Él mismo le señaló, dándole un cargo de mucha confianza a quien hasta ese momento sólo se había movido en una empresa: Seat.

Era Matías Carnero, presidente del comité de empresa del fabricante de coches. Pero su candidatura, inicialmente incuestionada en un sindicato que ha tendido a buscar consensos, fue perdiendo fuerza, hasta el punto que empezaron a aparecer otros nombres, como los de Ros y Pelay. Hace pocos días, el propio Carnero se descartó, con lo que les dejó solos en la carrera.

Ex de ERC y cercano a la consellera de Treball

Los dos candidatos han ocupado cargos de responsabilidad en la UGT catalana en los últimos años. Ros es secretario de política sindical desde 2009 y ha trabajado cerca de las empresas en conflicto, en la coordinación de la estrategia de la organización y también cerca de la administración, participando en el Consell de Relacions Laborals y en la mesa de seguimiento del diálogo social con la Generalitat.

Ros, de 43 años, se inició en el sindicalismo en 1996 como cofundador de Avalot, los jóvenes de la UGT de Catalunya, en paralelo a su militancia política en las JERC, las juventudes de Esquerra Republicana. Entre 1998 y 2008 fue el máximo responsable del sindicato en Girona, donde formó a Dolors Bassa, que le sucedió y que recientemente ha sido nombrada consellera de Treball, Afers Socials i Família de la Generalitat.

La apuesta más joven

Laura Pelay tiene 37 años y es, como Matías Carnero, trabajadora de Seat. Licenciada en derecho y ciencias políticas, forma parte del secretariado nacional de la UGT catalana desde el 2001. Actualmente ocupa la secretaría de estado del bienestar y trabajo y es también portavoz de la formación.

Aunque no ha tenido la militancia política de Ros, Pelay ha mostrado a menudo opiniones favorables al independentismo. Como muestra, en su perfil de Twitter, el hashtag #9N acompaña a su nombre. 9N, 9 de noviembre, fue la fecha en la que se aprobó la hoja de ruta rupturista en el Parlament en 2015, y en 2014 fue cuando se celebró la consulta independentista. En su biografía de Twitter se define «mujer, de clase baja y nación oprimida».

Cantera de políticos

En los últimos años, la UGT se ha convertido en una importante cantera de políticos en Cataluña y, sorprendentemente, en el lado soberanista tanto como en el no soberanista. La última vicepresidenta de Artur Mas y actual consellera de Presidencia y Portavoz del Govern con Puigdemont, Neus Munté, estuvo en el secretariado nacional de la UGT catalana entre 2006 y 2009.

Otro de los hombres fuertes de Josep María Álvarez hasta hace poco, Miquel Àngel Escobar, ex secretario de comunicación y portavoz del sindicato, fue el candidato de Democràcia i Llibertat (marca que englobaba a Convergència) para el Senado en las pasadas elecciones del 20D.

Otros ex dirigentes de la UGT catalana han dado el salto a la política, aunque al banco socialista, lo cual es aparentemente más normal, teniendo en cuenta la histórica vinculación del sindicato con el PSOE. Es el caso de Eva Granados y del último candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni.

Consenso

El sindicato, en el que Álvarez ha ejercido un liderazgo indiscutible, quiere que la armonía y el acuerdo continúen. Por ello, la idea es que se llegue al congreso de abril con un solo candidato de consenso, y ni ellos mismos se atreven a postularse sino que se ponen a disposición del sindicato. Sus máximos dirigentes empezarán contactos con todas las federaciones y territoriales para buscar dicho consenso, tanto sobre el secretario general como sobre el equipo que le rodeará.

Fuentes de la organización han explicado que, sea quien sea el próximo líder, Ros y Pelay trabajarán juntos y continuarán estando en el núcleo duro del sindicato, junto con Matías Carnero, que aunque no optará a la secretaría general, continuará teniendo un peso muy importante en su futura cúpula. También apuntan que la elección está abierta y no descartan algún otro candidato.

Xavier Alegret

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