Iceta prepara el terreno de juego para el diálogo con Torra

Iceta ofrece recuperar 40 de las 46 peticiones de Puigdemont a Rajoy y las leyes sociales bloqueadas en el TC, pero pide realismo y "respeto a la legalidad"

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El líder del PSC, Miquel Iceta, aprovechó un debate este viernes en las jornadas del Círculo de Economía para delimitar el terreno de juego de la negociación entre el nuevo Gobierno socialista de Pedro Sánchez y el también por estrenar ejecutivo catalán de Quim Torra. Iceta cerró la puerta a negociar un referéndum de autodeterminación pero insistió en que «hay una lista enorme de cosas de las que hablar».

Iceta abundó en lo que Sánchez ya había apuntado el jueves en el debate de la moción de censura contra el ya expresidente Mariano Rajoy y recupero la lista de leyes sociales bloqueadas en el Tribunal Constitucional (TC) por los recursos del gobierno del PP y la de las 46 peticiones que Carles Puigdemont le hizo llegar a Rajoy al inicio de su presidencia. 

El primer secretario del PSC dijo que de todas esas, solo es imposible la primera, la del referéndum independentista. De las demás, apuntó que «cinco son difíciles» -por ejemplo, la que llamaba a permitir la creación de una red de embajadas catalanas- pero «hay 40 que tienen solución factible». 

Mejoras sociales, en infraestructuras y en financiación

La lista de las viables incluye medidas sociales y mejoras en inversion en infraestructuras y en el modelo de financiación. Claro que en su momento, el gobierno de Rajoy ya amagó con estudiar esa cuarentena de propuestas como base para un diálogo que nunca fructificó.

El otro eje, también apuntado por Sánchez el jueves, son las 16 leyes sociales bloqueadas en el TC que Torra anunció que quería recuperar, y que incluyen, por ejemplo, la de pobreza energética, la del cambio climático o la de igualdad. Aviso Iceta de que «si se trata de recuperar las leyes de desconexión o la del referéndum, no vale la pena que perdamos el tiempo», pero añadió que sobre el contenido de las centradas en materias sociales, hay mucho camino por recorrer.

Iceta pidió, eso sí, al independentismo hacer un ejercicio de realismo y asumir de entrada «el respeto a la legalidad como requisito básico», y advirtió que «no por tener prisa se llega más lejos ni se llega antes». «La unilateralidad y la ilegalidad nos han llevado a un desastre en términos de sociedad y con graves costes personales». 

El hombre más buscado

Iceta era el hombre más buscado este viernes en la XXXIV Reunión del Círculo de Economía que se celebraba en Sitges, y que acogía un debate entre partidos que la líder de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas, celebró que era el primero al que asistía, fuera del Parlament, desde la campaña electoral del 21-D.

Sucede que el Pdecat no envió a nadie con rango para dar una respuesta más o menos con cara y ojos a la propuesta de Iceta, sino a un diputado raso, Lluís Font, a diferencia del resto de formaciones. Quim Torra ya acudió a Sitges el jueves, cuando todavía no se había certificado el vuelco en La Moncloa, y, de cara a un eventual diálogo con el Gobierno, se limitó a reiterar que para hablar hace falta alguien «al otro lado» de la mesa, lo que, en su opinión, hasta ahora no ha pasado.

Sin novedad en los frentes

Por lo demás, y pese a los esfuerzos del moderador, Antón Costas, por buscar puntos de encuentro, se constataron por enésima vez las enormes diferencias entre, por un lado, Cs, PSC y PP, y por otro, el Pdecat y ERC. Sin ir más lejos, en torno a la quiebra de la convivencia, evidente para los partidos constitucionalistas y cuya existencia negaron tanto Font como el portavoz parlamentario de Esquerra, Sergi Sabrià. «Solo quien solo ve a la mitad de Cataluña puede negar que hay fractura social», replicó Arrimadas, que fue ovacionada.

El debate utilizaba como eje vertebrador la propuesta del Círculo que aboga por elevar el rango del Estatut para convertirlo, de facto, en la norma constitucional básica catalana sin dejar de estar supeditada a la Constitución.

Todos admitieron considerar el documento una buena aportación, cada uno por motivos diferentes. Pero más allá de eso, y de un tono mucho más sosegado que el habitual en el Parlament, todo sonó bastante a lo de siempre.

«Ventana de oportunidad»

Costas, presidente de la Fundación Círculo de Economía, arrancó considerando los cambios en La Moncloa «una ventana de oportunidad» y abogando por «dejar de hablar de diálogo a secas» y, en cambio, poner propuestas sobre la mesa, como la del propio Círculo. Pero poco de eso hubo, más allá de la oferta socialista, muy alejada de los anhelos del independentismo.

El popular Xavier García Albiol admitió que el escenario ha cambiado -«tanto que cuando estaba preparando las notas para este debate era el representante del partido del Gobierno y ahora lo soy del principal partido de la oposición», dijo- pero advirtió precisamente de esa distancia. «¿De verdad creemos que el independentismo se conformaría con más competencias en materia cultural, o con un mejor modelo de financiación?».

Más optimista se mostró el líder de Catalunya En Comú Podem, Xavier Domènech, para quien el acuerdo por la moción de censura, que ha unido al PSC y Podemos con los partidos independentistas, es el camino a seguir. «Sería incomprensible que fuéramos capaces de ponernos de acuerdo en el Congreso y no en el Parlament».

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