Jordi Sànchez desvincula los presupuestos de los políticos presos

Jordi Sànchez se declara partidario de volver a investir a Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat y asegura que Torra "no está amortizado"

De izquierda a derecha: Jordi Sànchez, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Joaquim Forn, Jordi Cuixart, Josep Rull y Raül Romeva, en la cárcel de Lledoners. Foto: Òmnium

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El expresidente de la Assemblea Nacional Catalana y líder de Junts per Catalunya en el Parlament, Jordi Sànchez -que se encuentra en prisión preventiva esperando el juicio del procés- acusa al Ejecutivo de Pedro Sánchez de no querer aprobar los presupuestos generales del Estado que han presentado para 2019.

«Tengo serias dudas de que Pedro Sánchez y su Gobierno tengan verdaderas intenciones de aprobar los Presupuestos. En todo caso, hay que desvincular la negociación de los Presupuestos de la situación de los presos, porque en caso contrario, es un callejón sin salida», comenta en una entrevista a El Confidencial.

Sànchez dice que no apoya las cuentas para 2019, pero matiza que no es por la situación de los presos o la autodeterminación. «No se trata de que los presupuestos siempre se quedan por debajo de lo que se ejecutan. Es que ya lo presupuestado se sitúa dos puntos por debajo de lo que corresponde a Cataluña«, relata.

Además, explica que no ve elecciones «antes del otoño-invierno próximos». En el caso de Cataluña, se muestra partidario de volver a investir al expresidente huido Carles Puigdemont. «Que Puigdemont pueda ser investido es un objetivo legítimo. Además, se olvida a menudo la promesa solemne que hizo de que si es investido volverá a Cataluña», comenta.

Sobre el presidente catalán, Quim Torra, dice que «no está amortizado». «Es un presidente con un talante diferente. Se expresa de manera muy directa, nada mediatizada por su equipo de comunicación. Dice lo que piensa sin pensar en las consecuencias y en las posibles derivadas».

El 26 de enero será el inicio formal de la Crida, que liderará Sànchez y que cuenta con 16.000 asociados

Sobre sus proyectos políticos, dice que el 26 de enero será el inicio formal de la Crida, en la que hay más de 16.000 asociados y 40.000 simpatizantes, según los cálculos del propio Sànchez, que la liderará. La Crida tendrá un Gobierno de 21 personas elegidas por listas abiertas por la asamblea fundacional.

Sànchez tacha de «ridículo y falso» que se diga que no tiene relación con los presos de ERC Oriol Junqueras y Raül Romeva. «Se dicen muchas cosas para contaminar, crear espejismos y desacreditar», defiende.

Además, comenta que no se ha sentido nunca moralmente derrotado ni perdedor. «Confío en el diálogo y en una solución democrática. La alternativa a esto es el caos, donde todos vamos a perder, España y Cataluña», apunta. Dice que le resulta «muy difícil pensar» que Pedro Sánchez va a declarar el artículo 155.

Juicio por el procés

El juicio contra los políticos impulsores del procés comenzará en febrero en el Tribunal Supremo. Se juzga a 12 líderes políticos independentistas catalanes, que están acusados de rebelión, sedición y malversación. El TS solicitó el traslado a Madrid de los acusados que se encuentran en prisión provisional en cárceles catalanas. 

La fiscalía solicita una pena de 25 años de cárcel para el presidente de ERC Oriol Junqueras por su papel como líder del procés por un delito de rebelión, agravado con malversación de caudales.

También atribuye estos delitos a los otros exconsejeros del Gobierno de Carles Puigdemont que, como Junqueras, están en prisión preventiva (Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Dolors Bassa), para los que solicita 16 años de cárcel.

Además, a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, el expresidente de la ANC Jordi Sànchez y el líder de Òmnium, Jordi Cuixart les acusa de rebelión pero no de malversación. Sin embargo, los considera «promotores» de la rebelión, por lo que solicita para ellos 17 años de prisión, más pena que para los exconsejeros.

Los abogados de los exconsellers Josep Rull, Jordi Turull y de Jordi Sànchez, pidieron en sus escritos de defensa que el rey Felipe VI y el expresidente catalán Carles Puigdemont sean llamados a declarar en el juicio del ‘procés’.

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