Mas planea la independencia para el 9 de noviembre

Ciudadanos, PSC y PP acuerdan pedir a la Mesa que reconsidere la admisión a trámite de la propuesta de Junts pel sí y la CUP para crear la república catalana

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Junts pel sí, la formación de Artur Mas, y la CUP quieren agilizar al máximo la declaración de la nueva república catalana. Su idea es celebrar un pleno parlamentario en el que se apruebe su propuesta para la «creación del estado catalán independiente» antes del 9 de noviembre.

Ése es el día previsto para la investidura de Mas como presidente de la Generalitat. También es uno de esos días históricos a los que en CDC son tan aficionados, pues se cumple un año de la celebración del referendo secesionista alternativo impulsado por el propio Mas.

Plazos que pueden no cumplirse

Que Mas sea investido el 9N es algo que está en el aire, porque el nombramiento depende de un pacto entre Junts pel sí, que engloba a CDC y ERC, y las CUP que no acaba de cerrarse. Que el pleno de declaración de la república catalana pueda celebrarse antes del 9N es algo que también está en el aire, pues depende de una serie de plazos burocráticos que quizá no puedan cumplirse.

Por lo pronto, este miércoles se celebrará una nueva reunión de la mesa, el máximo órgano de dirección del Parlament, para decidir si a la tramitación de la propuesta independentista se le da o no carácter de urgencia. Es previsible que se acuerde la medida, ya que Junts pel sí tiene una mayoría de cuatro representantes frente a uno de Ciudadanos, otro del PSC y un tercero de Catalunya sí que es pot (la franquicia de Pablo Iglesias).

Petición de reconsideración

En esa reunión, Ciudadanos, PSC y PP presentarán una propuesta a la mesa pidiendo que reconsidere la admisión a trámite de la propuesta de independencia. Catalunya sí que es pot podría sumarse a la solicitud. Estos partidos demandarán también un informe de los servicios jurídicos de la Cámara sobre la legalidad de la iniciativa secesionista, según un acuerdo al que llegaron el martes por la noche.

En todo caso, si la mesa decide llevar el asunto por el procedimiento de urgencia, los plazos para presentar alegaciones se reducirían de los siete días ordinarios a sólo tres o cuatro días. Eso permitiría a los independentistas convocar el lunes, 2 de noviembre, el pleno para la declaración de la independencia de Cataluña. El plazo es de 48 horas, por lo que el miércoles, 4 de noviembre, se podría celebrar ese pleno histórico.

A la espera del informe jurídico

Ciudadanos, PSC y PP todavía no han decidido si presentarán una propuesta alternativa. Están a la espera de ver qué les contestan los servicios jurídicos del Parlament. No obstante, si las cosas se precipitasen, estas fuerzas no independentistas no descartan incorporar una enmienda de sustitución al texto redactado por Junts pel sí y la CUP.

Hay un último problema añadido que podría dar al traste con los planes de urgencia de los independentistas. Para que ese famoso pleno se pueda celebrar, es requisito imprescindible que previamente se haya reunido la junta de portavoces, donde están representados todos los partidos. La reunión se produciría a petición de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, o de dos grupos parlamentarios.

El PP aún no se ha constituido como grupo

En consecuencia, podría celebrarse en cualquier momento. Se da la circunstancia de que el PP todavía no se ha constituido como grupo y, por tanto, aún no tiene portavoces. Según el reglamento de la Cámara, los partidos tienen un plazo máximo de ocho días desde la puesta en marcha del Parlament para crear sus grupos.  

El nuevo Parlament echó a andar el 26. Así que el PP, que comanda Xavier García Albiol, tiene hasta el 4 de noviembre, transcurridos ocho días laborables, para oficializar su grupo parlamentario. Si los populares optan por agotar el plazo, algo que aún no han decidido, la junta de portavoces se reuniría el 6 y, como el reglamento parlamentario obliga a que transcurran 48 horas entre ese encuentro y la celebración del pleno, esto no podría tener lugar hasta el 9 de noviembre.

Cuestión de tiempo

En definitiva, la urgencia de los independentistas pende de un hilo y está en manos del PP. Si los populares agotan el plazo, el pleno de la secesión se solapará con el de investidura. Pese a ello, es sólo cuestión de tiempo que Junts pel sí y la CUP den el visto bueno a su propuesta para declarar la república catalana y desobedecer la legalidad española, ya que entre ambas formaciones suman una holgada mayoría de 72 escaños.  

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