Susana Díaz arranca su campaña imitando a Felipe González

Susana Díaz formaliza su candidatura con el apoyo de la mayoría de los dirigentes del PSOE. Con su lanzamiento emergen los nervios en el entorno de Sánchez

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Javier Fernández actuó ayer de telonero de lujo de la presentación del liderazgo de Susana Díaz. En el discurso de presentación de la ponencia política del próximo congreso del PSOE, el presidente de la comisión gestora, expuso las líneas maestras del proyecto socialista. Su intervención promovió un encendido aplauso de los asistentes a la conferencia política hasta motivar la emoción del presidente de Asturias.

Sin manifestar un apoyo explícito a la candidata andaluza, el presidente de la Gestora dibujó un proyecto que bien podría considerarse de refundación del PSOE para trasladarlo a los parámetros que hicieron posible que Felipe González fuera elegido presidente de Gobierno en elecciones consecutivas desde 1982 a 1996.

Las tres ideas clave de Javier Fernández

Primera. Un solo discurso socialista en toda España. Una España plural pero única en los derechos de la ciudadanía.

Segunda: El partido no puede ser una plataforma al servicio de un líder. Alusión directa sin nombrar al proyecto de Pedro Sánchez que pretende un cheque en blanco de la militancia al servicio de su proyecto personal.

Tercero: el modelo del socialismo democrático es una democracia representativa y no asamblearia.

Susana Díaz cuenta con el apoyo de casi todos los secretarios del PSOE en las comunidades autónomas

Estas claves estuvieron presentes hoy en el discurso de presentación de la presidenta de Andalucía. Cuidadosa con las formas, Susana Díaz ha evitado aparecer como candidata en los últimos meses en los que ya estaban en carrera electoral Pedro Sánchez y Patxi López. Antes de marchar hacia Madrid, la presidenta de la Junta de Andalucía ha comunicado a la ejecutiva socialista de Andalucía su decisión de concurrir a las elecciones para la secretaría general del PSOE. “Lo hago pensando en Andalucía”, declaró ante la agrupación socialista de Triana, en la que está inscrita como militante.

En su presentación ante 6.000 militantes y seguidores en Ifema (Madrid) Díaz estuvo arropada por dirigentes históricos del PSOE y numerosos barones territoriales. En su discurso aseguró «vamos a volver a gobernar desde la victoria», y pidió que las internas «no se conviertan en una «carrera de agravios ni de marketing». «Necesito toda la ayuda del partido, pido la ayuda para que el PSOE vuelva a liderar un proyecto que se haga cargo de España», apuntó.

«Nosotros pertenecemos al PSOE, pero el PSOE no pertenece a nosotros» afirmó más adelante. «Quiero ganar las primarias y las elecciones, pero no a cualquier precio», agregó, y pidió la unidad del socialismo «para tener un proyecto autónomo: no vamos a entregar el poder a otro partido». «Quiero ser la primera secretaria general del PSOE en 140 años», solicitó.

Los barones territoriales arropan la candidatura de Susana Díaz

El espejo en el que quiere Susana Díaz que se refleje su candidatura es el del partido que lideró Felipe González desde el congreso de Suresnes en 1974 y que le llevó a ganar las elecciones de 1982, nada menos que con 202 escaños.

La presidenta de la federación andaluza cuenta con el apoyo de casi todos los secretarios del PSOE en las comunidades autónomas; del de la mayoría de los alcaldes socialistas y de todos los dirigentes históricos como Felipe González, Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Luis Rodríguez.

Por el contrario, Pedro Sánchez ha perdido todos los apoyos institucionales de su época de secretario general. Ni siquiera su mano derecha, el ex secretario de organización del PSOE, César Luena, apoya la campaña de Sánchez. Ocurre lo mismo con la secretaria general de Euskadi, Idoia Mendia y la de Baleares, Francina Armengol, que abandonaron a Sánchez para apoyar a Patxi López.

Aparte de los diputados Odón Elorza, Adriana Lastra, María Luisa Carcedo, José Luis Ávalos, Zaida Cantera, Margarita Robles y Sumeizo, Sánchez no cuenta con cargos institucionales de relieve.

El acto de Díaz busca minimizar la campaña de Sánchez

Conforme se ha acercado la fecha de presentación de la candidatura de Susana Díaz, han empezado a emerger nervios en el entorno de la candidatura de Sánchez. El ex secretario general del PSOE se ha negado a facilitar los detalles de financiación de su campaña electoral, tal y como exige la ley de financiación de partidos. Pretende también que se fije un número máximo de avales para cada candidato, en un intento de perder el primer round de la campaña, para no quedar en evidencia con el número de los conseguidos por Susana Díaz en el computo sobre el total de los militantes socialistas censados, que ronda el número de 170.000.

En el acto de Madrid, la candidata Susana Díaz ha exhibido una demostración de fuerza para convencer de que la campaña que lleva desarrollando Sánchez es espuma en comparación con la que ella emprende hoy.

Conforme se ha acercado la fecha de presentación de la candidatura de Susana Díaz, han empezado a emerger nervios en el entorno de Pedro Sánchez

Hay una explicación para la opacidad que pretende aplicar Pedro Sánchez a la financiación de su campaña. La esposa de Sánchez, Begoña Gómez, que según el entorno del ex secretario general juega un papel crucial en sus proyectos. Según estas fuentes, Begoña Gómez, empresaria relacionada con importantes empresas y estudios de marketing y administración de empresas, está especializada profesionalmente en la captación de fondos para entidades sin ánimo de lucro. Gómez habría estado organizando reuniones para recaudar fondos para la candidatura de su marido y, probablemente, las empresas que han colaborado económicamente con el proyecto de Pedro Sánchez no tienen mucho interés en que se conozca esta financiación.

Díaz descarta cualquier pacto con el PP

A partir de hoy comienza la verdadera campaña de primarias en donde los tres candidatos tendrán que confrontar sus proyectos. Lo que está claro es que existen sensibles diferencias entre el “no es no” y la definición de partido ganador que pretende formular la presidenta de Andalucía. También separan a ambos candidatos la política de alianzas. En el proyecto de la líder andaluza no figura la proposición de alianzas con Podemos. Y mucho menos con partidos independentistas.

Uno de los cuidados que tendrá Susana Díaz es dejar claro que en sus planes está descartada por completo una gran coalición con el Partido Popular. De igual modo dejará claras las condiciones que pondrá el PSOE dirimida por ella en el Parlamento para condicionar sus acuerdos con el Partido Popular.

Las empresas que han colaborado económicamente con el proyecto de Pedro Sánchez no tienen mucho interés en que se conozca esta financiación

El otro nudo gordiano es firmar las reglas que armonicen las políticas del PSOE en las distintas comunidades autonómicas para perfilar lo que ayer definió Javier Fernández como patriotismo de corazón y no de entrepierna. Fundamentalmente para coordinar los intereses de alianzas en cada comunidad autónoma con los intereses generales de España y del PSOE.

El interrogante de la reforma constitucional

El último punto que se guarda Susana Díaz debajo de la manga es la concreción y definición de la reforma constitucional que permita adaptar la estructura del Estado a una concepción federal que “no sea vergonzante”, también en palabras de Javier Fernández, y que permita abordar la solución del contencioso catalán en el marco de esa reforma de la Constitución.

En mayo se celebrarán las elecciones primarias a la secretaría general. En junio el congreso del partido. Si en algo están todos de acuerdo, es que los dos próximos meses, la política en torno al PSOE, va a ser de todo, menos aburrida.

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