Torra aprovecha la debilidad de Sánchez para boicotear a Artur Mas

El presidente de la Generalitat exige un referéndum a Pedro Sánchez para votar a favor de su investidura, contra la posición del Pdecat

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Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña, trata a la desesperada de demostrar que es capaz de tener alguna influencia en Madrid. Aprovechando la falta de acuerdo entre el PSOE y Podemos para formar un gobierno, Torra habría enviado una carta a Pedro Sánchez pidiéndole un referéndum en Cataluña y amenazándole con votar no a su investidura en el caso de que se negara a apoyarlo, que recoge hoy La Vanguardia

Este paso, en línea con la demanda continuada de Carles Puigdemont, es totalmente contrario al que desde el principio ha marcado ERC, que se ha mostrado dispuesto a votar a favor de la investidura del socialista y también a la de Artur Mas. Así, el ex president y el Pdecat estarían a favor también de apoyar la investidura de Sánchez para evitar cualquier acuerdo entre PP-Cs-Vox. También es un golpe de efecto después de no haber sido capaz de sacar adelante los Presupuestos, quedándose sin armas para gobernar.

Por el momento, Sánchez e Iglesias continúan enfrentados. El PSOE sigue negando el acceso al Consejo de Ministros a miembros de la formación morada, en tanto que Pablo Iglesias se escuda en la consulta lanzada a sus militantes sobre si deben apoyar a Pedro Sánchez.

El plazo para que el PSOE aporte una respuesta se prolonga hasta este jueves. También estaba prevista una reunión de la ejecutiva socialista para el mismo día. 

Torra, nuevo paso en falso

El movimiento de Torra, que vuelve a poner de manifiesto la fractura interna que existe entre los partidos independentistas, revela la debilidad del discurso político del presidente de la Generalitat, que ha sido incapaz de sacar adelante los presupuestos, dejando sin efecto algunas de sus políticas estrellas.

Por ejemplo, la Generalitat no podrá aplicar el curso que viene la prometida reducción de dos horas lectivas para los profesores de más de 55 años porque la situación de prórroga presupuestaria no permite asumir el impacto económico que tendría la medida.

La aplicación de ese recorte de horas en el horario semanal del personal docente mayor de 55 costaría alrededor de 144 millones, según los cálculos de la Generalitat, porque obligaría a que otros profesores cubrieran ese hueco en el horario lectivo; lo que exige una partida mayor que no es aplicaba sin unos nuevos presupuestos.

Aunque la medida estaba anuncida a los sindicatos, se queda, por tanto a la espera.

 

Economía Digital

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