Cataluña sopesa adelantar el toque de queda en Nochevieja y cerrar la hostelería

La Generalitat decidirá el lunes sobre el nuevo plan de choque para hacer frente a un repunte de la velocidad de transmisión de la Covid-19

El exconseller del Interior, Miquel Samper, llevó el informe sobre corrupción en el departamento de bomberos a la Fiscalía. EFE

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La pandemia de coronavirus continúa ganando terreno en Cataluña. Un nuevo incremento de la velocidad de propagación de la enfermedad y del índice de riesgo de rebrote ha despertado todas las alertas. La mala evolución epidemiológica ha forzado a la Generalitat a estudiar un plan de choque para adelantar el toque de queda en Nochevieja y volver a cerrar toda la hostelería.

La decisión definitiva no se tomará hasta el lunes. Sobre la mesa, está el establecimiento del confinamiento nocturno en la última noche del año a las doce, lo que limitaría mucho las opciones de regresar a casa después de tomar las uvas. La otra gran medida es volver a echar la persiana a bares y restaurantes, que actualmente están sujetos a un plan de franjas horarias que solo les permite dar desayunos y almuerzos durante cuatro horas al día.

El posible ajuste de las restricciones lo ha adelantado el conseller de Interior, Miquel Sàmper, que ha puesto en evidencia la necesidad de tomar medidas contundentes para evitar el aumento de contagios y el descontrol de la Covid-19. “Es lógico que en Nochevieja el toque de queda sea antes de las 12 de la noche”, ha expresado en una entrevista en RAC1.

El consejero ha vaticinado una respuesta del Procicat, que podría dar marcha atrás en el plan de desescalada de Cataluña debido al incremento de la presión asistencial en los hospitales. “Es posible que volvamos al tramo cero (con cierre de bares y restaurantes), quien manda son los criterios sanitarios. Debemos evitar que la situación se nos escape de las manos”, ha subrayado.

La consejera de Sanidad pide evitar las especulaciones

Las declaraciones de Sàmper han pillado desprevenidos al resto de los miembros del Gobierno catalán que no quieren oír hablar de posibles escenarios hasta que no haya una decisión firme sobre las nuevas restricciones. La propia consellera de Salud, Alba Vergés, ha pedido «no especular” sobre el plan de emergencia sanitaria.

«Cuando las decisiones estén cerradas técnicamente se comunicarán», ha expresado Vergés. Sin embargo, los ciudadanos catalanes esperan una respuesta lo más rápida posible de las instituciones para poder planificar sus reuniones de Nochevieja. Lo mismo que las empresas de hostelería, que podrían verse abocadas a un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) si no pueden abrir en ningún tramo del día.

Este tipo de medidas ya se han aplicado en zonas como La Cerdanya y el Ripollès por su elevada incidencia acumulada de casos. Allí ya no se puede circular libremente para salir o entrar de los municipios, salvo en casos justificados. Bares y restaurantes permanecen cerrados y las reuniones sociales se limitan a un máximo de seis personas.

Cataluña empeora sus datos epidemiológicos

La Generalitat estudia un plan de choque sanitario después de una jornada negativa en términos epidemiológicos. La velocidad de propagación del coronavirus (Rt) ha aumentado este domingo una décima hasta alcanzar un valor de 1,17. El indicador ha vuelto a crecer y se mantiene por encima de 1, lo que quiere decir que la comunidad está en una fase expansiva de la Covid-19.

También ha aumentado el índice del riesgo de rebrote que se ha incrementado nueve puntos hasta alcanzar un valor de 374. Es uno de los indicadores que permiten adelantar el potencial impacto que tendrá la pandemia en los próximos días.

Más allá de estas variables, la Conselleria de Salud ha notificado este domingo 1.048 nuevos contagios en Cataluña y ha sumado 25 víctimas mortales más en 24 horas. El número de fallecidos desde que empezó la crisis sanitaria ya ha alcanzado los 16.862 ciudadanos.

Todos estos datos se traducen en un aumento de la incidencia acumulada que ha subido seis puntos hasta los 337 casos por cada 100.000 habitantes. Está por encima de la media nacional y del umbral que el Ministerio de Sanidad califica como “riesgo extremo” para la salud pública.

La presión asistencial tampoco mejora en el inicio de las fiestas navideñas. Actualmente hay 1.664 personas ingresadas por Covid-19 en los hospitales catalanes. Son 72 más que el día anterior. Lo mismo ocurre con las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que concentran a 337 enfermos con un cuadro grave de salud, lo que representa un aumento de dos con respecto al sábado.

 

 

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