España se entrega al PP de Feijóo y certifica la muerte del proyecto de Sánchez

La estrategia de Pedro Sánchez calcina al PSOE y los socialistas pierden casi todo el poder territorial en manos de un PP hegemónico que gobernará el 65% del PIB.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su reunión este lunes en Moncloa. Foto: David Mudarra (PP)

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Ola, tsunami o marea. Sea como sea, oceánica victoria del Partido Popular y Alberto Núñez Feijóo en las elecciones locales y autonómicas. Barre al PSOE del poder municipal y regional: Sevilla, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Valencia, Extremadura… son algunas de las plazas arrebatadas al partido de Pedro Sánchez que, como queda demostrado, ha calcinado al PSOE en su afán de supervivencia. Los pésimos resultados socialistas se combinan con la irrelevancia de las formaciones apoyadas por la vicepresidenta Yolanda Díaz: también certifica la escasa capacidad de la líder de Sumar para levantar votos más allá de algunos círculos convencidos. La victoria hegemónica del PP de Feijóo demuestra que el proyecto del Gobierno de Sánchez y Díaz está agotado y algo muy gordo tiene que pasar para que el gallego no gobierne la Moncloa en 2024.

Los votantes han dicho basta a la gestión de Pedro Sánchez, principalmente en lo económico y en lo territorial. A juzgar por la caída libre de los últimos meses, de nada han servido las innumerables promesas de ayudas, regalos, cheques y subidas de rentas que el Gobierno ha ido lanzando por valor de miles de millones de euros con la mera intención de comprar la voluntad de los electores. Más bien al contrario, se ha dicho basta a esta irresponsabilidad. También pensaba Sánchez que sus continuos amoríos con ERC, Bildu, Junts… le salían ya gratis. Una estrategia que solo ha tenido un ganador, Bildu en el País Vasco.

En cambio, el PP no solo incrementa su apoyo en votos gracias a la desaparición de Ciudadanos, sino que amplía su base electoral gracias al desencanto y la desmovilización de la izquierda. De forma inédita, el PP le sacó este domingo casi un millón de votos al PSOE en las elecciones, frente a la ventaja de 1,6 millones que obtuvieron los de Sánchez en 2019. Ahora caen quienes fueron condescendientes y contemporizadores con el presidente del Gobierno: Ximo Puig (Comunidad Valenciana), Francina Armengol (Baleares), Javier Lambán (Aragón), Guillermo Sánchez Vara (Extremadura), Antonio Muñoz (Sevilla)… deberán buscar acomodo en la oposición o fuera de la política. Los únicos que (quizás) sobrevivan, Emiliano García Page, y Adrián Barbón (Asturias) deberán opinar sobre cómo reconstruir un partido que ha quedado absolutamente calcinado por el tactismo monclovita.

El PP de Feijóo gobernará el 65% del PIB español

La realidad es que el PP está ahora en disposición de gobernar el 65% del PIB español, con la aplicación de un modelo netamente liberal en tres autonomías clave: Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, donde el previsible presidente Carlos Mazón ha sostenido que tiene intención de emular las políticas de sus compañeros Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno.

Díaz Ayuso. La dirigente popular ha obtenido una escalofriante mayoría absoluta en Madrid. 71 escaños sobre los 68 necesarios. Entre las grandes plazas en disputa este 28M, es el mejor resultado de calle de un dirigente popular. Precisamente Ayuso, sobre quien Sánchez y sus estrategas de Moncloa habían decidido que pivotara la campaña de las elecciones autonómicas y locales. Sánchez no aprendió en 2021, y vuelve a tropezar con, exactamente, la misma piedra. Con la diferencia que el margen de maniobra es ya muy poquito: las elecciones generales llegan en 6 meses, y desde Madrid dejan claro que, a partir de mañana, la prioridad es hacer a Feijóo presidente.

El pinchazo de Yolanda Díaz

Todas las premisas de la izquierda han quedado obsoletas. La tesis era que el PSOE se mantenía o crecía, y quedaba al albur de lo que ocurriera con Podemos, si entraba o no en las cámaras de gobiernos. La realidad es que Podemos no ha entrado, pero es que el PSOE se ha deshinchado también. Y otro ‘desmentido’ de la campaña. Yolanda Díaz tiene la fuerza tractora de un barco de papel. Apoyó a Mónica García, Rita Maestre, Rafael Ribó, Joan Baldoví o Ada Colau. Todas ellos con resultados más que decepcionantes. Quizás Pablo Iglesias y Podemos, que prácticamente lo pierde todo, sea el más optimista de la noche.

Más allá del tacticismo político, los resultados del 28M parecen certificar que el discurso de la izquierda está agotado en España. Las defensas identitarias, las batallas culturales, la explotación política de las crisis en los servicios públicos o el creciente intervencionismo y dirigismo económico, a través de mayores recaudación y un modelo de rentas subvencionado, son instrumentos a los que se ha dicho basta desde Madrid a Castellón.

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