Huawei se defiende de Trump mientras Sánchez pide socorro a la UE

La tecnológica china insiste en que las acusaciones de Trump no tienen "fundamento" y el Gobierno español deja la respuesta al ataque en manos de Europa

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Donald Trump amenazó este jueves a España con excluirle de sus servicios de inteligencia si no corta su relación con Huawei. La respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido prácticamente nula, salvo las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, que ha echado balones fuera afirmando que la respuesta al ataque diplomático estadounidense la debe tomar la Unión Europea. Por su parte, Huawei ha insistido en que las acusaciones de la Casa Blanca carecen de «fundamento».

Estados Unidos pide a los gobiernos de la UE –en especial a España, que mantiene una profunda relación con Huawei– excluir por completo a la firma china del despliegue de sus redes 5G, por considerarle un riesgo para la seguridad nacional. En España, los operadores Telefónica y Vodafone tienen contratos con Huawei, al igual que Orange, que a su vez trabaja con equipos de ZTE, otra de las empresas vetadas por Trump. La Casa Blanca avisó este jueves en Madrid que, como esto siga así, habrá consecuencias en España.

Huawei se ha reafirmado en que es una empresa «independiente» que cumple «rigurosamente» con las leyes de los países en los que opera. «No hay ningún gobierno o tercera persona que posea acciones de la compañía, intervenga en nuestras operaciones o influya en nuestra toma de decisiones», ha añadido, acusando a EEUU de atacarle «sin ningún tipo de prueba o evidencia que sustente sus acusaciones». «Nunca hemos experimentado una vulneración grave de ciberseguridad», ha asegurado la empresa en un comunicado.

El Gobierno responde

El diplomático estadounidense que advirtió a España de las consecuencias de seguir casada con Huawei avanzó que ya había mantenido contactos al menos con Telefónica, pero también dijo que «no deberían ser las operadoras de telecomunicaciones las que realizan estas decisiones importantes de seguridad nacional, deberían ser los gobiernos». No obstante, como ha sido el caso desde que estalló la crisis de Huawei a nivel global, el Ejecutivo de Sánchez se ha desmarcado de toda responsabilidad.

La ministra González Laya ha asegurado que la guerra contra Huawei no es una cuestión de empresas concretas, sino de «quién va a ganar la batalla del siglo XXI», que es tecnológica. «La tecnología es la gran batalla por la supremacía en el siglo XXI y en esta batalla hay dos actores muy grandes, China en el Este y EEUU en el Oeste, cada uno empujando sus intereses, y Europa de alguna manera está en el centro», ha explicado. Y ha pedido «tener cuidado» de no hacer de esta «cuestión geopolítica» una batalla por una empresa.

La titular de Asuntos Exteriores ha indicado que la respuesta a las amenazas de Trump debe proceder del conjunto de Europa y ha incidido en que la UE debe «abrir el zoom» para que haya reglas de juego en el espacio tecnológico.

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