La reforma del Sí es sí certifica la muerte de UP: ni Yolanda Díaz ni Alberto Garzón llamaron a Irene Montero

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una imagen de archivo. Efe / Javier Lizón

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La reforma de la ley del sólo sí es sí refrendada este jueves en el Congreso de los Diputados no sólo ha dejado, en términos políticos, a vencedores y vencidos, sino que también ha certificado el fin de una etapa: el fin de Unidas Podemos. En la ley más simbólica para el espacio a la izquierda del PSOE, los socialistas han hecho un ejercicio de fuerza política aliándose con el PP para alterar los aspectos de la norma que han permitido la rebaja de penas y excarcelamientos de condenados por delitos sexuales.

Era un día triste para Podemos, y así lo han hecho saber en público y en privado. Pese al gesto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de acudir al debate a arropar, de alguna manera, a la ministra de Igualdad, Irene Montero, habiendo aterrizado de madrugada tras un viaje de trabajo a la ONU y tras haber emitido su voto de manera telemática, la soledad de Podemos se hizo evidente.

La imagen de Montero, sólo acompañada por la secretaria general de Podemos y ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra, en la bancada azul, sólo fue la cara pública del fin: según ha conocido Economía Digital de fuentes moradas, al final de la jornada ni Díaz -líder de Sumar- ni Alberto Garzón -coordinador federal de Izquierda Unida-, ambos ministros por la cuota de Unidas Podemos, se habían puesto en contacto con su compañera de Igualdad.

Lejos de Asens o Santiago

Era un gesto que nadie esperaba, pero que explica mejor que ningún otro el debate de fondo y el enturbiamiento de las relaciones entre todas las fuerzas políticas de izquierda sobre cómo concurrir a las próximas elecciones. Antes, Garzón y Díaz habían hecho frente común con la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid, con la oposición de los morados. También fue Alberto Garzón de los primeros en confirmar que acudiría al lanzamiento de la candidatura de la vicepresidenta en Magariños hace unos días.

Porque tan sólo Podemos, de todas las formaciones que integraban UP, no ha alcanzado ningún acuerdo para apoyar el proyecto Sumar. Tanto que el CIS ya refleja la intención de voto de ambas opciones por separado.

Las diferencias sobre la manera de concurrir de la izquierda a las próximas elecciones ya no sólo se han hecho patentes entre los ministros no socialistas, sino también en los cargos del grupo parlamentario, a pesar de que este jueves votaron todos a una. Otros miembros relevantes de Unidas Podemos como Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario y miembro de Podem, o Enrique Santiago, secretario general del PCE, también están cada vez más lejos de Podemos.

No romperán el Gobierno

Sin embargo, y a pesar de todo, ninguno de los afectados, ni siquiera el PSOE, piensan que romper el Gobierno de coalición sea una opción. Ni intención hay. La idea es seguir hasta diciembre y llevar «a buen puerto» el primer Ejecutivo con varios partidos políticos de la democracia, a pesar del malestar existente con Montero y sus comentarios acerca de la reforma de ley, que califican de «muy duros».

Un miembro del Consejo de Ministros lo resumen así: «El Gobierno de coalición progresista sigue, vamos a seguir legislando, nuestra hoja de servicios es inmensa en una de las legislaturas más difíciles, y lamento aguar la fiesta a los que solo quieren inestabilidad».

«Yolanda Díaz está trabajando en su proyecto político. Creemos que tiene que haber un proyecto unido, que sea atractivo, en el espacio político de Sumar. Y esperamos que Podemos y el resto de partidos a la izquierda del Partido Socialista aparquen las diferencias y se pongan de acuerdo», zanjan desde el ala socialista.

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