Podemos arrastra al PSOE a unos presupuestos con ERC, PNV y Bildu

ERC y Bildu celebran las condiciones impuestas por Pablo Iglesias a Pedro Sánchez de cara a la aprobación de los presupuestos en el Congreso

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El Gobierno de coalición registra este miércoles los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 en el Congreso de los Diputados, fijándose la primera votación, los días 11 y 12 de noviembre, según el calendario de tramitación oficial. El Consejo de Ministros dio este martes luz verde a las cuentas, previa presentación en Moncloa del presidente Pedro Sánchez y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Los morados sacan pecho en las redes sociales por haber arrancado a los socialistas medidas importantes que exigen sus socios de investidura. 

«Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado introducir en los Presupuestos», señalan en Podemos. La amenaza a los socialistas con frenar las cuentas, horas antes de su presentación, facilitó el cierre del borrador sobre las 22 horas. La formación de Iglesias lleva semanas presionando a sus socios con la regulación del precio de los alquileres y se sirvió de ERC para exigirla como ‘conditio sine qua non’ en los Presupuestos. 

Los socios, favorables a las cuentas 

El portavoz republicano, Gabriel Rufián, mostraba este martes su satisfación señalando que «ahora hay que estar atentos y seguir presionando». Los republicanos todavía no han decidido el sentido de su voto a las cuentas, pero ven con buenos ojos que las propuestas exigidas al Ejecutivo se hayan introducido en el anteproyecto de presupuestos. 

Lo mismo sucede con Bildu. El anuncio de Iglesias ha sonado «muy bien» a EH-Bildu, que sigue a la espera de estudiar la letra pequeña. Su portavoz, Mertxe Aizpurua, señala que la regulación de los alquileres «encamina a los presupuestos a una buena dirección» puesto que «no es digno ni decente que se especule con la vivienda».

Los vascos ya han mantenido reuniones «técnicas» con el Ejecutivo, señalando que mantienen «contactos frecuentes y continuos» e insisten en que las cuentas salgan adelante con la mayoría de la investidura porque cree que «daría más estabilidad a la legislatura» y «es bueno» en esta situación de pandemia.

En la misma línea el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, destaca que el proyecto de presupuestos va «en la buena dirección», pese a ser «menos valiente» que el acuerdo del Gobierno y su grupo lo quiere apoyar, pero son «cautos» a la espera de su concreción.

En el bloque de los que dudan se mantienen Compromís y Junts, a pesar de que sus cuatro díscolos se muestran ya favorables a dar el ‘sí’ a Sánchez. El líder de Compromís, Joan Baldoví, supedita su apoyo a las inversiones territorializadas en la Comunidad Valenciana pactadas verbalmente con Hacienda. El dirigente espera todavía ver «cifras y papeles» porque, tal y como publicó Economía Digital, en la primera reunión mantenida no se les enseñó nada por parte del Ejecutivo. 

Por su parte, Laura Borrás, de Junts, se ha quejado de la forma en la que el Gobierno está gestionando la tramitación de los Presupuestos al buscar primero, según dijo en rueda de prensa, que el resto de fuerzas se adhieran al proyecto antes que negociar con ellas.

El susto del PNV 

Sin duda, el susto de la jornada se lo ha llevado el PNV. Los nacionalistas pidieron expresamente que no hubiera subida al diésel y el anteproyecto de presupuestos presentado contempla un incremento de 3,8 centímetros por litro. «Desagradablemente sorprendido», dijo su portavoz Aitor Esteban nada más enterarse. 

En opinión de la formación nacionalista, la subida del diésel es un golpe adicional a la ya maltrecha industria del automóvil. Esteban ya ha comentado que el PNV ha decidido «dar un paso atrás» en su idea de respaldar las cuentas de Sánchez y se va a «repensar que es lo que hará en la tramitación» de la ley. «Vamos a tomar distancia», dijo el portavoz en el Congreso.

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