Ribera responde a Iberdrola: «El impuesto a las energéticas es temporal, limitado y adecuado»

El grupo energético presidido por Ignacio Sánchez Galán calificó el gravamen de "arbitrario y discriminatorio"

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Riberaa. EFE/ Fernando Alvarado

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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha arremetido contra Iberdrola por el impuesto a las empresas energéticas. Después de que la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, calificase el gravamen de «arbitrario y discriminatorio», la ministra ha asegurado que se trata de un impuesto «temporal, limitado y adecuado».

Ribera ha remarcado la importancia de impulsar medidas «equilibradas», en las que se impliquen las empresas que estén obteniendo unos beneficios más notables, especialmente, en un escenario de «incremento desproporcionado» en los precios de la electricidad, tal y como ha subrayado a lo largo de su intervención en un evento organizado por Nueva Economía Fórum.

Tras hacer referencia al «esfuerzo colectivo», la titular de Transición Ecológica ha visto imprescindible impulsar medidas a través de tributos u otros instrumentos regulatorios, en lugar de hacerlo únicamente en el marco de los Presupuestos Generales del Estado. Además, se ha mostrado segura de que la aplicación del gravamen no solo «se ha entendido bien», sino que también cuenta «con gran respaldo por parte de la sociedad».

Iberdrola recurrirá el impuesto a las energéticas

El grupo energético anunció que recurrirá el impuesto, al considerarlo «arbitrario y discriminatorio», puesto que solo afecta a algunos sectores, concretamente, las empresas energéticas y financieras. «Consideramos que este impuesto incumple la Constitución Europea y el Derecho europeo y no esperamos que este año haya una decisión de los tribunales, probablemente el año que viene», subrayó el director de los servicios jurídicos de la compañía, Gerardo Codes.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. EFE/Alessandro della Valle

Según las estimaciones de la compañía energética, el desembolso para liquidar el impuesto ascenderá hasta los 200 millones de euros. El impuesto, impulsado por el Gobierno, grava el 1,2% las ventas de las energéticas con ingresos superiores a los 1.000 millones de euros al año. Sin embargo, tal y como enfatizó, su aportación al fisco español este año es de 2.600 millones de euros, por lo que es uno de «los tres mayores contribuyentes del país».

El Gobierno ha recaudado 1.454 millones de euros

Después del primer pago del impuesto a las energéticas, pero también a la banca, cuyo plazo finalizaba el 20 de febrero, el Gobierno ha recaudado 1.454 millones de euros, tal y como detalló en rueda de prensa la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Mientras que el gravamen energético supone 817,4 millones de euros de la recaudación, el financiero asciende a 637,1 millones de euros. Según avanzó la titular de Hacienda, se espera que la recaudación anual ascienda hasta los 2.900 millones de euros, dado que en septiembre tendrá lugar el segundo desembolso del impuesto.

Los beneficios se disparan hasta los 4.339 millones

A lo largo de 2022, Iberdrola registró un beneficio neto de 4.339 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,6% en comparación con el año anterior, en un ejercicio en el que la diversificación geográfica compensa la caída del 19% en el resultado de España. Destacan especialmente las inversiones históricas acometidas por valor de 10.730 millones de euros, un 13% más. De hecho, el 90% de la inversión se ha destinado a renovables y redes inteligentes para acelerar la electrificación y fomentar la autonomía energética.  

La mayor parte de la inversión, un 38%, se ha destinado a Unión Europea. En concreto, donde más se ha invertido ha sido España, con 3.000 millones de euros, seguido de países como Alemania, Francia o Portugal, con una inversión de 1.200 millones de euros. Mientras que un 25% de la inversión se realizó en Estados Unidos, un 20% en Latinoamérica, y un 13% en el Reino Unido, mientras que el 4% restante ha ido a otros países, como Australia.  

Por su parte, el beneficio bruto de explotación global (Ebitda), ascendió un 10%, hasta los 13.228 millones de euros en 2022. Una cifra que se explica por el crecimiento de Estados Unidos y Brasil, que compensan el menor resultado en España.

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