Sánchez busca la investidura exprés tras salvar el trámite de Torra

Los socialistas escenifican un acelerón de su actividad negociadora y aumentan la presión a ERC para estrenar el gobierno con Podemos antes de fin de año

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Pedro Sánchez y Quim Torra hablaron unos 10 minutos, y lo único que salió de ahí en claro fue el compromiso del primero de celebrar un encuentro entre ambos «lo antes posible» una vez haya sido investido como presidente del Gobierno. Pero con eso bastó. De lo que se trataba era de que el líder socialista ejecutara el «gesto» que le pedía ERC de retomar el contacto con el presidente de la Generalitat, con el que no se ve desde su segunda y última reunión, la que mantuvieron en Pedralbes en diciembre del año pasado. 

Superado el trámite, porque ni en la Moncloa ni en el PSOE se apuesta por ningún posible entendimiento con Torra, los socialistas buscan exprimir las posibilidades de una investidura que permita activar su gobierno de coalición con Unidas Podemos antes de fin de año, ni que sea in extremis, pese al escepticismo y la incomodidad que destila Esquerra al respecto.

Las negociaciones están estancadas desde la semana pasada en el formato que debe tener la mesa de diálogo en la que se retomaría el «diálogo» entre la Moncloa y la Generalitat truncado el pasado febrero. Pero Sánchez acelera para transmitir la sensación de que por él no quedará y añadir presión a Esquerra.

Jornada maratoniana de Sánchez y Lastra

El lunes Sánchez ya despachó con los líderes de PP y Cs, Pablo Casado e Inés Arrimadas, y este martes a las nueve de la mañana inició con el lehendakari Íñigo Urkullu una ronda de llamadas a toda velocidad que prosiguió con las conversaciones con Torra, con el resto de presidentes autonómicos y también con el de la Federación Española de Municipios y Provincias, Abel Caballero.

Además, el presidente del Gobierno en funciones anunció que celebrará una conferencia anual de presidentes autonómicos, intención de la que Torra aseguró no haber sido informado durante su breve intercambio telefónico con aquel. Y, al menos en su conversación con el presidente canario, el también socialista Ángel Víctor Torres, Sánchez explicitó que «peleará» para ser investido antes de que acabe el año, según reveló el propio Torres tras la llamada.

También fue maratoniana la jornada de la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, que mantuvo una nueva reunión con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pero esta vez —pese a que ambos forman parte de los equipos negociadores de una y otra formación— formalmente desvinculada de las conversaciones por la investidura, y enmarcada en cambio en una ronda de contactos de la portavoz socialista con todos los grupos del Congreso.

Además de con Rufián, Lastra se vio este martes con representantes de Más País, Compromís, Bildu, la  CUP y Junts per Catalunya. La formación posconvergente insistió tras el encuentro en que sigue instalada en el no de cara a una eventual votación de investidura.

Los comunes se suman al pressing a ERC

Los comunes también se sumaron al pressing a ERC para acortar la cuenta atrás hacia la investidura. Su portavoz en el Congreso, Jaume Asens, celebró en una entrevista en TVE la llamada de Sánchez a Torra, que dijo que abre una «etapa nueva», e instó a los socialistas y a los de Oriol Junqueras a pisar el acelerador de sus negociaciones, una apelación que llegaba apenas 24 horas después de que Catalunya en Comú Podem cerrara un preacuerdo con el departamento de Economía de la Generalitat, controlado por ERC, para introducir un nuevo paquete fiscal en las cuentas de 2020.

Pese a los intentos de socialistas y comunes, el margen para una investidura antes de fin de año es extremadamente estrecho, y puede estar sometido además a varias sacudidas. La primera, este jueves, cuando está previsto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea TJUE) se pronuncie sobre la inmunidad de Junqueras. Los republicanos, además, celebran su 28 congreso apenas 48 horas después, el sábado 21, con esa decisión aún caliente.

Una vez superadas esas fechas marcadas en rojo en el calendario y antes de las cuales nadie espera ningún movimiento por parte de ERC, la única posibilidad de celebrar el pleno de investidura antes de Nochevieja pasaría porque PSOE y Esquerra cerraran un acuerdo el lunes 23 o el martes 24, fecha límite para convocar con los dos días laborables de margen preceptivos una sesión plenaria que empezaría el viernes 27 y podría proseguir o bien el sábado 28 y el lunes 30 o bien el 30 y el 31. Lo que le espera a Sánchez tras la jornada maratoniana es una contrarreloj.

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