Los sindicatos dicen “no” al convenio de la patronal en la seguridad privada
Uno de los ejes del bloqueo está en las condiciones de conciliación y descansos
Foto Archivo-Trabajadores del sector de la seguridad privada protestan con banderas del sindicato Solidaridad frente a la sede de UGT en Madrid. Alberto Ortega / Europa Press
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Los sindicatos USO y UGT han frenado el intento de la patronal de cerrar ya el próximo convenio estatal de seguridad privada, pese a la oferta de una subida salarial del 16% entre 2027 y 2030.
Reclaman retomar la negociación para introducir mejoras reales en conciliación, tiempo de descanso y reconocimiento profesional de un sector que suma ya en torno a 140.000 vigilantes en España.
La seguridad privada se ha consolidado como un pilar del ecosistema de seguridad en España, con más de 140.000 vigilantes en activo y cerca de 1.400 empresas autorizadas, muchas de ellas pymes.
La actividad abarca desde vigilancia en infraestructuras críticas y transporte hasta centros comerciales, hospitales, eventos masivos o servicios a las administraciones públicas.
En los últimos años el sector ha vivido un crecimiento moderado del empleo, con incrementos en el número de vigilantes y una elevada tasa de contratación indefinida, superior al 85% según informes empresariales.
Sin embargo, los sindicatos alertan de problemas para atraer y retener personal, ligados a salarios ajustados, jornadas largas y condiciones de trabajo exigentes en turnos rotativos y nocturnos.
La negociación colectiva se ha convertido así en el principal campo de batalla para definir el futuro del oficio de vigilante, en plena expansión de la demanda de servicios de seguridad en sectores como la logística, la gran distribución o los eventos deportivos.
El actual convenio estatal 2023‑2026 ya supuso subidas acumuladas cercanas al 16%, pero la inflación y la pérdida de poder adquisitivo han mantenido el malestar en la plantilla.
La oferta de la patronal y el “no” sindical
La patronal ha presentado una propuesta final para el convenio 2027‑2030 que incluye una subida salarial del 16% lineal: 3% en 2027, 3,5% en 2028, 4,5% en 2029 y 5% en 2030, lo que supone en términos acumulados alrededor de un 17%.
La oferta propuesta eleva el 12% que las empresas pusieron inicialmente sobre la mesa y que fue rechazado por los sindicatos en reuniones anteriores.
Las asociaciones empresariales acompañan esa propuesta económica con la retirada de las medidas más regresivas en incapacidad temporal y algunos ajustes en licencias y jubilación parcial, argumentos con los que pretenden justificar el cierre de la mesa.
Desde su óptica, el nuevo ciclo salarial mantendría la competitividad del sector frente a la contratación pública y privada, evitando que el incremento de costes derive en pérdida de contratos o nuevas licitaciones a la baja
Para USO y UGT la oferta es insuficiente y, sobre todo, incompleta. USO habla abiertamente de “postura rupturista” de la patronal y denuncia el ultimátum de “16% o fin de la negociación en 15 días”, al entender que se quiere imponer un cierre precipitado con un año de vigencia aún por delante del convenio actual.
Ambos sindicatos remarcan que queda margen temporal para seguir negociando y cerrar un texto que incorpore avances no solo económicos, sino también jurídicos y organizativos.
Uno de los ejes del bloqueo está en las condiciones de conciliación y descansos. UGT subraya que faltan garantías sobre desconexión digital, regulación de festivos clave como Nochebuena y Nochevieja y una mejor definición de descansos tras turnos nocturnos, especialmente en servicios críticos.
La propuesta empresarial introduce mejoras parciales, como asegurar que quien libra la noche del 24 o del 31 no tenga que reincorporarse de inmediato al turno de mañana, pero los sindicatos lo consideran insuficiente para un colectivo sometido a rotaciones continuas.
