Pasarelas del Mondego, una ruta fascinante a poca distancia de Salamanca

Entre cascadas y cañones, las pasarelas de Mondego conectan 12 km de camino por el parque natural de Serra de Estrada (Portugal) en un espectacular paisaje en el límite con la provincia de Salamanca

Las pasarelas se extienden por 12 km. Foto Turismo de Guarda

A 1.425 metros de altitud, en el hermoso paisaje del Parque Natural Sierra de Estrela, nace el río Mondego; un curso fluvial que en sus 258 km atraviesa casi todo el territorio de Portugal de este a oeste hasta desembocar, tras su paso por Coímbra en el océano Atlántico a la altura de Figueira da Foz.

Se trata del quinto río más largo de Portugal y el único que no proviene de España, sino que discurre enteramente por territorio luso, que además se caracteriza por sus meandros, cascadas, curvas y profundos barrancos.

La cuna del Mondego

Su cuna en Corgo das Mós (conocido como Mondeguinho), en Mangualde da Serra, se encuentra a 1525 metros de altitud, es un impactante paisaje serrano siempre tapizado de verde, con cañones y rocas que emergen entre la vegetación.

Pasarelas del Mondego

A la altura del municipio de Guarda se abre además un atractivo que hace del río una fascinante aventura: un circuito de 12 km que acompaña al Mondego y dos de sus afluentes, el Ribeiro do Barrocal y el Caldeirão, que incluye 6,7 km de pasarelas de madera que se alternan con sectores planos y otros con escalinatas.

Además, la ruta, una de las más fascinantes de pasarelas de la península ibérica, cuenta con dos puentes, entre ellos el célebre Ponte do Ribas, y tres puentes colgantes que le da un toque de vértigo adicional a la experiencia.

El Mondego es el único río enteramente portugués, que tras 258 km de sinuoso recorrido desemboca en el Atlántico

Cómo es la ruta de pasarelas de Mondego

El camino de las Pasarelas de Mondego, inaugurado el pasado mes de noviembre, nace en Videmonte y llega hasta la presa hidroeléctrica de Caldeirão, a unos 85 km al oeste de Ciudad Rodrigo, en la provincia de Salamanca.

Pasarelas del Mondego.
Las pasarelas permiten salvar profundos cañones.

El itinerario, que se recorre en unas cuatro horas, sortea las dificultades del terreno y permite llegar a lugares únicos como el Mirador de Mocho Real, cascadas, antiguas fábricas de lana y tejidos, así como molinos que han quedado detenidos en el tiempo.

También se puede visitar la Central Hidroeléctrica de Pateiro y un puente medieval que recuerda los siglos de presencia humana en estos bosques serranos.

Cascada del Caldeirão. Foto: Antonio Mendes.

Cascadas y pueblos

Pero sin duda uno de los grandes atractivos es la Cascada de Caldeirão, un imponente salto de agua cercano a la ciudad de Guarda donde las aguas de la Ribeira do Caldeirão crean un intrigante aspecto rosado cuando chocan contra las rocas.

En el trayecto el visitante puede tomarse su tiempo para conocer encantadores pueblos que encarnan el espíritu más auténtico de Portugal.

Uno de ellos es Videmonte, la cabecera de la ruta, con 480 habitantes y bonitas playas fluviales como la de Quinta da Taberna; el de Trinta que pertenece al grupo de ‘pueblos de montaña’ de la comarca y con un importante pasado de producción industrial de la lana, como se puede ver en el Museo de Medios de Tejer; y la pequeña Vila Soeiro con su arquitectura tradicional.

Mirador de Mocho Real. Foto: Turismo de Guarda.

El acceso a la ruta tiene un coste simbólico de 1 euro (gratuito para niños de hasta 12 años), pero es necesario realizar una reserva para acceder, sobre todo en época de mayor afluencia turística. La atracción está abierta de lunes a domingo de 9.00 a 17.00 horas.

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