5 restaurantes auténticamente mexicanos de Madrid

Restaurantes mexicanos hay muchos en Madrid, pero en estos 5 te garantizamos saboreas auténticos y recetas llegadas del otro lado del Atlántico

Los restaurantes mexicanos más auténticos de Madrid. Foto: Xipe.

Restaurantes mexicanos hay muchos en Madrid. Pero, igual que ocurre en el resto del mundo, siempre surge la duda: ¿cuántos de ellos son realmente de cocina mexicana? ¿Y cómo reconocer los que sí lo son y los que no?

Pues bien, regla número 1: en un restaurante mexicano de verdad jamás servirán nachos; lo que hay son totopos o chilaquiles. Y regla número 2: tampoco hay fajitas, sino tacos, tortillas (de maíz amarillo o azul o de harina de trigo) o burritos, si el restaurante ofrece cocina del Norte de ese país. Luego hay muchos otros factores, pero no está mal para empezar a distinguir lo auténtico de lo que no lo es.

Y lo que sí es auténticamente mexicano es lo que sirven en estos 5 restaurantes de la ciudad.

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Benditos Sueños

El maíz en forma de chilaquiles es el protagonista de la carta de Benditos Sueños, la que dice ser la primera chilaquería de Europa.

En el año 2021 abrió sus puertas en la zona de Plaza de España (San Bernardino, 7) y ahora ha hecho lo propio en otra delegación en pleno Paseo de la Castellana.

Foto: Benditos Sueños.

Se entiende el éxito del concepto cuando se prueban esos chilaquiles tan fragantes y evocadores. En México son el mejor desayuno posible, pero en estos restaurantes de Madrid se sirven tanto a la hora del almuerzo como para la cena y con presentaciones más que convincentes.

La fórmula es tan sencilla como interactiva: con una base de totopos fritos cada comensal elige la salsa (verde o roja, dulce o picante, de frijol con chile o cremosa de guajillo y chipotle), luego la proteína (cochinita pibil, camarón, arrachera, filetes de pollo, picadillo de chorizo, huevos, secreto de cerdo y vegetal) y todo ello se acompaña de una serie de guarniciones que no se eligen: queso costeño, crema agria, lechuga, cebolla y frijoles refritos.

Sea cual sea la combinación elegida, en cuanto llega el tenedor a la boca saltan a la lengua y el paladar muchos de los sabores y aromas de la que, con seguridad, es la cocina con más éxito de Latinoamérica.

Luego, si los comensales vienen al local con mucha hambre, siempre pueden continuar el festín con unos tacos (el de pescadito estilo ensenada es cosa fina) y terminar con alguna especialidad como las enchiladas verdes de pollo o las poco conocidas enfrijoladas hogareñas.

Foto: Benditos Sueños.

Pero no es una cuestión solo de comida: tratándose de México y de una reunión en torno a la mesa, la bebida (la alcohólica en concreto) cumple un papel primordial. Desde luego éste es un buen lugar para probar algunas de las marcas de chela (cerveza) más populares de ese país, ingrediente fundamental de las micheladas.

También buena selección de tequilas, base de las diferentes formas de preparar margaritas; y de mezcales, con las procedencias y variedades más dispares.

Mezcaloteca Corazón de Agave

Quien quiera ahondar en el mundo de los mezcales y los tequilas debería pasar por la Mezcaloteca Corazón Agavero. Allí le explicarán que el tequila no es sino una versión específica del mezcal que tiene denominación de origen y que se elabora solo a partir del agave azul (o meguey), cultivado en los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas.

Allí también le mostrarán el ritual de cómo hay que tomarlo: nada que ver con la rodaja de limón y la pizca de sal con que se toman estas bebidas en los bares “gringos”.

Foto: Mezcaloteca Corazón Agavero.

Y, además, aquí se pueden degustar algunos platillos puramente mexicanos como chilaquiles y aguachiles (con pescado y mariscos), tacos de tinga de pollo, camarón, carnitas, cochinita, al pastor, gringas, tamalitos…

Conviene prestar atención a la carta de cócteles de este local, incluida la efímera, en la que entran los licores más diversos y no solo mexicanos.

Las Mañanitas

Siguiendo por esta ruta mexicana por Madrid, el que suscribe reconoce que el restaurante Las Mañanitas le toca el corazón desde hace tiempo. Fue uno de los primeros de Madrid (abrió hace más de 25 años) en ofrecer la rica cocina azteca. Y ahora, en su nuevo local de Bravo Murillo, 57 ha ganado en atractivo gracias a una decoración más vistosa y evocadora que la del que tenían en la calle de Fuencarral.

Detrás del negocio está Ernesto Diaz, nacido en Ciudad de México e hijo de inmigrantes españoles, que llegó a Madrid para estudiar y que luego decidió quedarse aquí. Su mujer es bailaora de flamenco y ambos son los propietarios del tablao Las Carboneras, junto a la Plaza Mayor. Y también tienen otro restaurante Las Mañanitas en Boadilla del Monte.

En sus restaurantes las esencias de México atrapan al comensal al primer vistazo, con esas paredes repletas de motivos simbólicos del país y con sabores que recuerdan en mucho a los experimentados en los restaurantes, cantinas y puestos de comida callejera mexicanos, empezando por esas tortillas de maíz negro mixtamalizado que son todo un placer, que son el complemento perfecto para sus quesadillas de flor de calabaza.

Tacos 100% mexicanos. Foto: Las Mañanitas.

Pero antes bien merece empezar la comida o cena con alguna de las sustanciosas sopas: la de tortilla y la de pozole rojo son de lagrimilla de emoción.

Después conviene seguir con alguna enchilada, bien potentes de picante pero también de otros muchos matices saporíferos, y dejarse embaucar por alguna de las “sugerencias del patrón”, como las quesadillas de chicharrón, los chilaquiles o la costra de queso, que aquí sirven con pastor o huitlacoche (el hongo del maíz, con su profundo humami).

Para finalizar, en especial para los más golosos, está la cajeta (dulce de leche) que adereza su flan y su crêpe. Puro (e irrenunciable) vicio para el paladar.

Tepic

De alguna forma la cocina de Las Mañanitas está hermanada en concepto y honestidad con del restaurante Tepic. Eso sí, la del segundo parece, y de hecho lo es, más sofisticada.

Aguachile. Foto: Tepic.

Influye en esto su situación: en pleno Barrio de Salamanca y junto al Paseo de la Castellana. Y también la clientela, que son tanto vecinos que habitan en la zona como muchos de los ejecutivos que trabajan en ella. Aunque también los hay que hacen peregrinación desde otras zonas de la ciudad para disfrutar de una cocina que navega muy bien entre lo tradicional y la estética moderna.

La carta es fundamentalmente mexicana y recorre el país, de Norte a Sur, recopilando las mejores preparaciones de cada estado, aportándoles un aire nuevo y, desde luego, muy estético. Aunque también hay algunos platos, como el huarache de carrilleras de cerdo con nopales, que se adaptan de una forma deliciosa a la cultura y el gusto local.

De la carta destacan preparaciones como la sopa de tortilla (o sopa azteca), el aguachile de camarón, el tiradito yucateco de corvina laminada, los tacos arrachera (con tiras de carne bien jugosa y en su punto justo de cocción) y las quesadillas.

Foto: Tepic.

Y, desde luego, hay que probar sus enmoladas de queso o pollo, bañadas en un mole laboriosamente ligado durante dos largos días y complementado con queso, crema, cebolla roja y aguacate. Componente este último que, por cierto, está presente en muchos otros platos del restaurante tanto en forma de rodajas como ligando el resto de ingredientes como una suave crema verde.

Xipe

En pleno Paseo de la Castellana, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu, está la última de estas propuestas de restaurantes mexicanos auténticos en Madrid. Se trata de Xipe, un local de reciente apertura y que culmina el empeño del empresario Pablo Chahin por traer a Madrid todo el sabor y diversidad de su país, huyendo de los estereotipos que tanto daño hacen a una cocina declarada Patrimonio Cultural de la Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Al traspasar las puertas del local llama mucho la atención la cuidada decoración, a cargo de Dichoso Estudio, con paredes que emulan de una forma bastante estilos las típicas cantinas mexicanas y sus muros de adobe pintados en colores terrosos.

Pulpo zarandeado y crema guacamole. Foto: Xipe.

En la mesa sorprenden las fusiones y guiños a la gastronomía madrileña, a través de platos tan poco convencionales como la ensaladilla rusa con crema de chipotle y pico de gallo, el taco gobernador de calamares a la madrileña o el torrezno de la sierra con tomatillo frito, mole negro y cebolleta fresca.

Son divertimentos de una carta que apuesta por una sofisticada interpretación de la cocina tradicional mexicana y de sus diversos estados. Así, llaman muchísimo la atención guisos como el tamal de marisco rojo, el chilpachole de cangrejo Softshell y totopos, el rodaballo embarrado con verduras churruscaditas y el pulpo zarandeado con crema de guacamole.

Pero también platos más ligeros como el clamato de berberechos y langostino con chips de yuca y los cogollos tatemados (cocinados) con tomatillo verde, mahonesa de frijoles picantes, queso guajaca y piña asada.

Foto: Xipe.

Para terminar o para acompañar semejante pitanza a la mexicana, siempre es recomendable la margarita, con sabores a elegir por cada comensal. Al fin y al cabo, de cada receta mexicana, al menos de la gastronomía mexicana más auténtica, existen tantas versiones como cocineras/os y comensales. También en Madrid.

a.
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