6 restaurantes italianos para tener en el radar en Madrid
Recién llegados y viejos conocidos, con espectáculo o con una terraza que se encuentra entre las más top de la capital, estos restaurantes italianos son perfectos para brindar por el Belpaese

Acierto seguro con estos restaurantes italianos en Madrid. Foto: Numa Pompilio.
No hay duda en que, si de algo puede presumir Italia, es de su gastronomía. Exportada a todo el mundo, clásica o revisitada, son pocos quienes no disfruten de algunos de los platos tradicionales de la cocina del Belpaese, desde las pizzas y caponatas a las pastas frescas y los guisos menos conocidos. Para acertar, te dejamos 6 buenos restaurantes italianos en Madrid que tener en el radar.
Recién llegados como Totó, el nuevo restaurante de Rafa Nadal en la capital, y Arrogante, que además triunfa con formato de dinner show, clásicos que nunca defraudan como Don Giovanni, el que vende la mejor pizza de España, Fratelli Figurato, o el que esconde la terraza donde queremos pasar el verano, Numa Pompilio, aquí van nuestras propuestas para comerse Italia sin salir de Madrid.
Totó, el nuevo restaurante de Rafa Nadal
Tenemos italiano nuevo en la ciudad. Totó es el último proyecto de Mabel Hospitality, propietario también del grupo Tatel, fundado por Rafa Nadal, Manuel Campos Guallar y Abel Matutes Prats y que cuenta entre sus socios con Pau Gasol, Cristiano Ronaldo o Rudy Fernández.
Abrió sus puertas en marzo en el número 38 del Paseo de la Castellana con un propósito claro: traer a la ciudad la esencia de la cocina italiana con una apuesta por las recetas tradicionales y las materias primas de la máxima calidad, y hacerlo además en un entorno inspirado en la época dorada del cine italiano de los años 50 y 60.
Para muchos uno de los restaurantes más románticos de Madrid, Totó cuenta con el chef italiano Emiliano Celli (antes en la Taverna Trilussa en Roma) que escoge cuidadosamente los productos ecológicos y sostenibles que transforma en platos como supplí ‘al teléfono’, tortello di brasato, burro nocciola e salvia impanata o un tiramisú capaz en transportarnos en una cucharada a la italia más tradicional.
Como buen italiano, no descuida la carta de vinos, con fuerte presencia de referencias nacionales del país trasalpino.
Arrogante, dinner show en un circo vintage
También recién llegado es Arrogante, la última apuesta del Grupo Salvaje en la capital. En pleno barrio de Salamanca (Velázquez, 96) inaugura un nuevo concepto centrado en la cocina italiana de base clásica con espacio para los toques de autor.
Pastas y pizzas conviven con un apartado de crudos en la carta, que firma Fermín Azkue, chef ejecutivo del grupo, y que se acompaña de la propuesta líquida del bartender Borja Goikoetxea, pero también de música italiana y espectáculos diarios en un ambiente de circo vintage de estética onírica.
Italiano sí, pero también divertido, sexy y muy instagrameable (no podrás dejar de mirar los caballitos típicos de tiovivo clásico que suben y bajan del techo), Arrogante conjuga materia prima de proximidad -carnes, pescados y mariscos- con productos traídos de Italia, como por ejemplo los quesos, que llegan tres veces por semana, pero también los embutidos y la pasta seca, procedente del municipio napolitano de Gragnano.
Azkue aplica técnicas y elaboraciones aprendidas en su etapa en Italia, en la que compartió cocinas con algunos de los chefs más prestigiosos, y aplica detalles que dejan ver su particular impronta: es el caso de los espaguetis cacio e pepe que incorporan tartar de carabinero, el frutti di mare, caviar Osetra, y el pappardelle se sirve con short rib cocido a baja temperatura.
La carta se estructura en pastas frescas y rellenas de elaboración casera, con gnocchi gorgonzola con trufa fresca, ravioli de gambas con espuma holandesa y eneldo o rigatoni con guanciale y queso pecorino, pastas secas, una pasta al horno y tres risotos, además, de pizzas elaboradas con harina semintegral y base de mozzarella fior di latte y segundos platos como el branzino lubina) en mantequilla tostada y salvia, el tournedó de solomillo de res con foie gras frito o el osobuco de ternera con romero y polenta cremosa.
En el apartado dulce, delicias como el allegro circus, un bizcocho húmedo de chocolate con crema de fresa montada, panna cotta fior di latte y sorbete de chicle de melocotón, o el pistacchio ‘de Feria’, con base crocante de cannoli con crema de ricota, helado de pistacho y algodón de azúcar.
Gioia, una joya italiana en Chueca
Un Sol Repsol ya avala el restaurante del chef Davide Bonato (también recomendado por la Guía Michelin), que estrena nueva etapa en el madrileño barrio de Chueca.
En honor a su nombre (alegría y también joya), los platos piamonteses clásicos se actualizan en Gioia (San Bartolomé, 23) con pinceladas de Oriente en el nuevo menú Otsukaresama que, por supuesto, no deja de lado los clásicos más aplaudidos.
Alumno aventajado de Stefano Cavallini (el primer italiano en conseguir una estrella Michelin en Londres) y al mando, durante muchos años, del negocio familiar Il Convento di Trino en su Italia natal, Bonato incorpora a su carta nuevos platos con los que tiende un puente con la cocina china o japonesa.
El nuevo menú degustación (65 euros, bebidas no incluidas) arranca con un ahumado bocado de trufa fresca con una crema de queso robiola de Piamonte y shimeji sobre un crujiente de arroz negro, continúa con ‘spaghettino’ templado con burrata, tartar de gambas rojas y reducción de crustáceos, cubos de atún rojo marinados en salsa de soja, jengibre y vinagre balsámico de Módena como juego mediterráneo-asiático y la ostra del delta del Ebro aliñada con semillas de tomate de Sicilia y un aguachile de rocoto, cilantro y lima.
Sigue el vitel toné, al que el chef da una vuelta con wagyu de Santa Rosalía hecho a baja temperatura, los impresionantes tallarines a la trufa, los ‘capelletti’ estilo dumplin rellenos de cerdo ibérico, crema de setas, pak choi y coronados con un aire de ‘parmigiano reggiano’, y el magret de pato al vino de arroz Shaoxing, avellana piamontesa y cáscara de naranja, homenaje al pato a la naranja que se servía cada domingo en la casa familiar del chef.
Numa Pompilio
Nos mojamos, Numa Pompilio es el italiano con la mejor terraza de Madrid. En el barrio de Salamanca (lo encuentras en Velázquez, 18, a pocos metros de El Retiro), tras franquear sus elegantes salones decorados con frescos, espejos y cortinajes se accede a un espacio lleno de vegetación capaz de hacernos olvidar que estamos en medio de la ciudad.
Sandro Silva y Marta Seco o, lo que es lo mismo, el Grupo Paraguas (Ten con Ten, Amazónico, Ultramarinos Quintín), están detrás de este concepto, que buscaba traer a la capital el espíritu de una Roma burguesa y excesiva, barroca incluso.
El tesoro, como decíamos, no está en su cocina abierta y la mesa obrador de pasta que nos da la bienvenida, sino en su jardín interior, una oda al romanticismo. Aquí se degustan en cualquier época del año sus platos, una oda a “la Italia menos conocida”, apuntan sus creadores, con elaboradores tradicionales a las que no estamos habituados en otras latitudes que aquí beben del “espíritu nómada italiano”.
Más que los platos típicos de la nonna, aquí se preparan las recetas creadas por los italianos que salieron fuera de sus fronteras y se nutrieron durante generaciones de influencias externas, por lo que los platos vienen aquí de Roma, pero también de Nueva York o Londres.
Dorada al acqua pazza, guazzetto frutos del mar con focaccina al romero, orecchione de elefante madurada, carpaccio de ciervo ahumado con pecorino romano y marsala y, nuestro favorito (y el de muchos), los tagliolini de setas en rueda de Pecorino están entre sus platos, así como postres tan deliciosos como la panna cotta de vainilla y amarenas, el tiramisú o los cannoli siciliani. Eso sí, el ticket medio ronda los 80 euros, por lo que conviene mirar el precio para no llevarse una sorpresa desagradable.
Fratelli Figurato
¿Alguien ha dicho pizza? No podíamos no incluir en la selección una pizzería italiana, en este caso nos decantamos por Fratelli Figurato. La prestigiosa guía italiana Top Pizza acaba de designarla segunda mejor de Europa (la publicación excluye los restaurantes ubicados en Italia), solo por detrás de Peppe Pizzeria en París.
Fratelli Figurato (Alonso Cano, 37) es el proyecto, como su nombre indica, de dos hermanos, Riccardo y Vittorio Figurato, que dejaron sus carreras en marketing y finanzas para traer a Madrid en 2017 la comida popular de su ciudad, Nápoles, desde la pizza napoletana a la pasta fresca que se hace a diario según las recetas más tradicionales de las abuelas italianas.
Con dos locales, la pizzeria y una trattoria en la calle de Larra 13, nos quedamos en este caso con sus pizzas, que han cosechado ya diferentes reconocimientos.
La Diavola de León, por ejemplo, fue reconocida como pizza del año 2021 por Top Pizza, la única de su carta elaborada en torno a un producto español, el chorizo de León, que luce entre ingredientes clásicos italianos como salsa de tomate, mozzarella, aceitunas negras, láminas de Parmigiano Reggiano y albahaca.
La bufalina, con mozzarella de búfala DOP de Caserta, el clásico calzone napoletano con salame y provola ahumada, la nduja con pimientos de padrón, la capricciosa o la cuatro quesos con crema de gorgonzola, provola ahumada, pecorino sardo, crujientes de Parmigiano Reggiano y mermelada casera de naranja son otras de las propuestas.
Don Giovanni
Y de Sicilia llegó Andrea Tumbarello, economista de formación y que escaló en tiempo récord de comensal (muy decepcionado con la cocina italiana que encuentra en Madrid) a cocinero al cargo de la trattoria Don Giovanni, que logró convertir en uno de los italianos más reputados de la ciudad.
Un espacio acogedor sin demasiadas pretensiones en Paseo de la Reina Cristina, 23 es suficiente para hacer brillar platos que respiran autenticidad y sabor y que han conquistado dos Soles de la Guía Repsol y le ha llevado a expandirse a otros lares, como el exclusivo Hotel Finca Cortesín en Casares (Málaga).
En el de Madrid recomendamos pedir los tagliolini con trufa (por algo Andrea también es conocido como ‘el rey de la trufa’), la burrata plugiese, la famosa carbonara (por supuesto, sin nata), los spaguetti alla puttanesca o los de pesto genovese. Por nada te pierdas la panna cotta, sin duda entre las mejores de Madrid.
Entre las últimas incorporaciones a la carta, un plato ‘viajero’ inspirado en la Blue Zone de Ogliastra, en Cerdeña, concretamente culurgiones rellenos de ricotta, patata, hierbabuena y pecorino sardo, con un crujiente de agua mineral con gas y un albedo de limón decorado con brotes.