La renovación de Jacqueline, el multiespacio gastronómico del centro de Barcelona
Jacqueline actualiza su propuesta gastro en una sofisticada combinación de restaurante, coctelería, barra japonesa y champagne bar, a la que se suman las visitas de chefs de renombre

Jacqueline se presenta bajo una estética modernista. Foto: Jacqueline
Para destacar en la variada oferta del polo gastronómico de la calle Enric Granados, en el barrio del Eixample, Jacqueline Barcelonase multiplica: además de su restaurante, la coctelería y una barra japonesa en la planta baja, también cuenta con un dinner club en su subsuelo y un champagne club en la primera planta; diversas opciones para cada vez que se cruce por la modernista puerta de vidrio y madera se viva una experiencia diferente.
En su tercer año de vida, Jacqueline (Enric Granados, 66) vuelve a abrir los mediodías e incorpora un programa de visitas de grandes chefs, que se inició con la presentación de Charles Webb, quien presentó su propuesta multimedia y solidaria #ChefOnTour.
Cocina mediterránea en un ambiente modernista
Así como la puerta de entrada, la decoración modernista da la cuota estética de la barra y la sala del restaurante, con elegantes detalles en las lámparas y en los muebles.
La carta que dirige el cocinero Dani Padró sigue apostando por una cocina mediterránea, con el acento puesto en los pescados, los mariscos y las carnes maduradas; en presentaciones que juegan a la sofisticación y que en algunos platos tantea cocinas internacionales.
Para esta temporada, entre los entrantes se pueden encontrar el bao de panceta, la causa limeña de pulpo, el vitello tomato, la cazuelita de gambas frescas, el tataki de solomillo madurado o el sashimi de lubina entera; así como especiales de medio día donde permanecen clásicos como el arroz meloso de gamba, el entrecote de vaca o la tortilla trufada.
Del mar llegan platos como la cazuela de corvina salvaje con almejas, el bacalao negro con miso, el rodaballo, la gamba roja de Palamós o el impactante plateu royal de mariscos, con una selección premium de mariscos y bivalvos.
En cambio, los amantes de las carnes podrían mirar con ganas al wagyu A5 de Hida, los chuletones de Simmental o de Black Angus, el solomillo de vaca española o la espalda de cordero.
Otros menús y cócteles
Para darle un toque más elegante a los mediodías, en Jacqueline se ofrece un menú de mariscada a 59 euros y un ejecutivo a 35 euros, que ofrecen una selección más breve de la carta general.
Las cartas de Jacqueline siguen apostando por la cocina mediterránea, con el acento puestos en carnes, mariscos y pescados
Como una previa, para disfrutar durante la cena o para culminar la visita al Jacqueline, el cóctel bar de la entrada presenta una carta con una docena de creaciones de autor, además de los clásicos para los que no se animan a experimentar demasiado. Si no, está la alternativa de ver su larga carta de blancos, rosados, tintos y espumosos, que transita por varias DO españolas y francesas.
Los espacios de Jacqueline
En el dinner club del subsuelo se puede disfrutar de la misma carta que la sala, pero en un ambiente más pequeño y con el añadido de la música en vivo de los DJs residentes e invitados.
En tanto, el champagne bar de la segunda planta se presenta como un bar clandestino, donde además de una abundante variedad de 60 champagnes franceses y algunos cavas españoles (que se sirven por copas o botella) se pueden degustar diversos cócteles de autor con una preparación más sofisticada.
La visita de Charles Webb
Decíamos que unas de las novedades de la nueva temporada es la recepción a cocineros de renombre, tanto de España como de otros lugares del mundo. La primera de estas visitas fue la de Charles Webb.
Este cocinero, que en realidad se formó como economista, llegó a Barcelona como parte de su gira #ChefOnTour, un proyecto audiovisual que lo ha llevado a visitar ciudades como Milán, Tel Aviv, Bogotá, Panamá, Río de Janeiro y Medellín. En cada una de ellas, –como hacía Anthony Bourdain– las cámaras lo siguen por mercados, plazas y calles; y luego lo muestran cocinando en algunos de los restaurantes más exclusivos de cada metrópolis.
“Cada vez que viajamos por el mundo queremos captar la esencia de los lugares. Y me alegra de estar en uno de los restaurantes más bonitos de Barcelona”, dijo en la sala de Jacqueline, donde con el chef Padró ofrecieron una cocina a cuatro manos. Acompañados por el elegante Ars Collecta Blanc de Noirs de Codorniu, pasaron aperitivos como los dados de atún con pimienta biquinho, el queso de cabra con higo y miel de trufa negra, el nigiri de chutoro con foie y el mini tartar de akami.
Ya en los principales, con el tempranillo blanco Vicalanda (DO Rioja), llegaron el tiradito de atún con salsa de yuzu y trufa (creación de Padró y Rubén Burgos) y las costillas de vaca a la brasa con una mezcla de chiles secos y garnacha (autoría de Webb).
En los postres, el cheescake al estilo Santander cerró la velada con el cóctel La Modele, del bartender Erick Cruz, elaborado con ron Abuelo de 12 años.
“Mi idea es crear un triángulo entre la gastronomía, la cultura y la solidaridad”, explicó Webb. Por ello, en cada cena se invitan a artistas y empresarios para que compartan sus experiencias por el proyecto #ChefOnTour.
En este caso, entre las mesas del Jacqueline se han visto al DJ alemán Purple Disco Machine, al batería de Jamiroquai Derrick McKenzie, al realizador de podcasts David Ruidor, a la artista colombiana Juliana Plexxo, y al empresario tecnológico David González de Meta Park World, entre otros; quienes serán entrevistados por Webb para dar a conocer diferentes facetas de la vida y cultura de Barcelona.