El nuevo SUV de Audi, ahora más ligero

Los nuevos vehículos de la gama Q7, incluido el híbrido e-tron quattro, reducen su peso con el foco puesto en la carrocería. Explicamos cómo lo consiguen

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Los todoterrenos urbanos o SUV combinan elementos propios de los turismos más populares y los 4×4 de toda la vida. En los segundos, una característica definitoria siempre ha sido su elevado peso. Coches poderosos adaptados a los terrenos más difíciles.

Conscientes de que en el asfalto de las ciudades los conductores priman cada vez más la ligereza del vehículo, los fabricantes se han puesto manos a la obra. Así lo tienen claro en la marca alemana Audi, que ha hecho una apuesta decidida por reducir el peso de los vehículos de su nueva gama estrella, la Q7.

Si se hace un repaso por los diferentes modelos de la colección se observa un cambio de estrategia claro.

Todos los modelos de la gama

El modelo básico de la gama Q7, el triptronic quattro de 218 CV de potencia, se sitúa por debajo de las dos toneladas, una anomalía entre los vehículos de este segmento. La dieta generalizada no se queda ahí. El nuevo Audi e-tron quattro, el híbrido más innovador de la casa germana, impresiona por sus dimensiones (5,05 metros de longitud, 1,97 metros de anchura y 1,74 metros de altura) y los nuevos elementos que incorpora.

En el peso final (2.445 kilos) hay que contar los 375 kilos de los equipos específicos del sistema híbrido, como la batería de alto voltaje, el motor eléctrico y la electrónica de potencia; los 35 kilos del equipamiento de serie (ruedas, depósito de 24 litros, climatizador y bomba de calor); y las modificaciones hechas en los frenos, ejes y carrocería para adaptar el vehículo a los cambios en su rendimiento (40 kilos).

Ligereza del chasis

Para explicar la importante caída en el peso del coche hay que mirar, sin embargo, a los elementos que componen la carrocería. Según explican desde la compañía, el nuevo modelo de construcción multilateral permite una reducción de hasta 71 kilos en su peso final, a lo que hay que añadir los materiales utilizados.

Los elementos de acero de alta resistencia componen la columna vertebral del interior del habitáculo. Para este espacio se utilizan también piezas de fundición de aluminio, así como para la parte trasera y delantera del coche. Igualmente, las puertas están hechas de aluminio, lo que permite ahorrar hasta 24 kilos de peso. También las aletas delanteras, el capó del motor y el portón trasero.

Todo ello ayuda a mejorar la rigidez del chasis y otorga un comportamiento más preciso y sin vibraciones al interior del vehículo.

Economía Digital

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