El pequeño comercio vive atemorizado ante un nuevo confinamiento

Las caídas del 75% y un consumo debilitado ponen en el punto de mira al pequeño comercio que exige medidas urgentes para evitar cierres en cascada

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El impacto de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha arrastrado a gran parte de los sectores económicos a una crisis económica. En concreto, el comercio de proximidad denuncia su fragilidad y situación actual. “El pequeño comercio de la Comunitat Valenciana se encuentra en una situación preocupante, con un consumo debilitado, las rebajas no despuntan, ni mucho menos sirven para amortiguar las caídas del 75% que hemos tenido por el impacto de la COVID-19”, avisa Rafael Torres, presidente de la Confederació de Comerç d´Alacant, Castelló i València (Confecomerç).

A pesar de haber afrontado el confinamiento adaptándose a la ‘nueva normalidad’ con la aplicación de nuevas medidas y consiguiendo que un “30% de los consumidores se haya decantado por el comercio de proximidad”, el sector está “asistiendo a registros de un nivel extremadamente inferior, que alcanza el 20% y que en el caso de ciudades turísticas puede alcanzar el 50%”, asegura Torres.

De esta forma, el presidente de Confecomerç CV advierte que “otro estado de alarma sería inasumible para el sector, que ha sido duramente castigado en esta crisis”. De hecho, piden actuación y compromiso político con la adopción de medidas que eviten “los cierres en cascada de un comercio de proximidad, que es un sector estratégico, siendo ahora mismo el consumo interno el gran pilar para la recuperación”, puntualiza.

Actualmente, el pequeño comercio representa en la Comunitat Valenciana a 61.616 comercios, 210.983 empleos directos, siendo una inyección directa al sistema de 4.4 millones en sueldos y salarios, y 1,1 millones en inversión en activos materiales. Por ello, la aprobación del Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat Valenciana (PATSECOVA) se ha convertido en una urgencia.

Y es que para la patronal del comercio, la liquidez no ha llegado a las pymes, micropymes y autónomos. “Estas líneas de financiación se diseñaron pensando en las grandes empresas y no en la casuística de las pymes, micropymes y autónomos, en una situación tan excepcional y crítica como la que estamos viviendo, quedando desprotegidos los pequeños negocios, sufriendo una falta de activo financiero, y por tanto una situación de asfixia económica”, señala.

Por lo tanto, además de PATSECOVA, una medida reclamada por el sector, concretamente por nosotros hace más de 10 años”, el sector exige otro tipo de medidas de apoyo fiscal y financiero como la dotación de liquidez a las empresas, la suspensión del pago de tributos y bonificaciones fiscales o las cotizaciones, el tratamiento fiscal y garantía al consumidor ante el comercio electrónico, la agilidad en la tramitación de ayudas y subvenciones, liberalización por parte de los Ayuntamientos de las partidas presupuestarias y, en materia de impuestos, garantizar la no subida de los mismos.

También medidas de carácter laboral, formativa, y de gestión empresarial como la continuidad y flexibilización de los ERTES, la formación especializada, el relevo generacional y la facilitación del emprendedurismo. Asimismo, medidas para erradicar la competencia desleal y la venta ilegal; medidas de incentivo comercial y medidas legislativas en materia de arrendamiento o en el cambio de las leyes sobre las rebajas.  

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