La guerra en Gaza pasa factura a la industria española: Israel compra un 34% menos de cerámica
El sector, ya de por sí en crisis, suma dos nuevos obstáculos con la guerra en Gaza y el conflicto en el Mar Rojo, después de haber sido el sector que más sufrió la subida del gas por la guerra en Ucrania
El sector de la cerámica española es uno de los más afectados por los vaivenes sociopolíticos y los conflictos internacionales que se están sucediendo en los últimos años. El penúltimo de ellos, el de la guerra en Gaza, ya se deja notar en las exportaciones españolas de esta industria, que ha visto como en 2023 sus exportaciones al Estado judío se han desplomado en un 34%, desde los 166,9 millones de euros facturados en 2022 hasta los 110,1 millones de euros en ventas en este 2023.
Esto supone una caída nominal de 56,8 millones de euros, lo que sitúa este desplome en el segundo más abultado, únicamente superado ligeramente por el de Estados Unidos -hasta este año, principal cliente de esta industria-, con un descenso de 60,3 millones. Las caídas nominales en volumen de los otros dos destinos principales de la cerámica española, Francia y Reino Unido, son de 17,5 y de 39,5 millones de euros, respectivamente, cifras considerablemente alejadas del declive observado en el caso de Israel.
Las empresas del sector de la cerámica, representadas por Ascer, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, han demandado este jueves en una rueda de prensa ayudas directas y mejoras en el Perte de descarbonización industrial al Gobierno de Pedro Sánchez, así como renovar y ampliar las medidas antidumping puestas en marcha por la Comisión Europea para competir en igualdad de condiciones también ante China, Turquía y la nueva gran amenaza, los productores de la India.
Estas peticiones llegan en una situación angustiosa para una industria que va encadenando golpes propiciados por las circunstancias internacionales acaecidas en los últimos años. Solicitudes que se han intensificado especialmente desde el estallido de la guerra en Ucrania y el incremento en el precio del gas que se produjo como consecuencia de la invasión rusa. El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu Lluesma, acompañado por suss vicepresidentes Miguel Nicolás Prior e Ismael García Peris ha hecho balance de un 2023 en el que «todos los datos son negativos». Primero la crisis de la covid-19, después la guerra en Ucrania, en estos últimos meses el conflicto en Gaza y ahora el creciente problema en el Mar Rojo se han ido sumando a una lista de problemáticas crecientes para una industria ya de por sí en crisis en los últimos años.
A falta de los datos de cierre del año, Ascer cifra entre un 16 y un 20% el descenso en ventas en el sector, mientras que, en lo que a exportaciones se refiere, el volumen total de ventas fuera de España asciende a 3.053,5 millones de euros, lo que supone un descenso de un -16,7% en valor y una caída de un -23,3% en volumen respecto al mismo periodo del año anterior. Arabia Saudí, situada en una localización afectada por los conflictos cercanos, como el de Gaza o su derivada en el Mar Rojo, lidera los descensos en compras de cerámica y azulejo a las empresas españolas, con un -42,6% respecto a 2022, de 123,8 a 71 millones de euros.
Tras el país árabe aparece Israel, con la citada caída de un 34%, de 166,9 millones de euros a 110,1. Completa este podio de países que más han aumentado su diferencia en las compras de cerámica española de un año a otro Bélgica, con un 23,2% de descenso, de 90,2 en 2022 a 69,3 millones de euros en 2023.
Francia supera a EE.UU. como primer país de destino de exportación de cerámica
Por otro lado, los países que más cerámica y azulejo español compran por volumen son Francia, en primer lugar; Estados Unidos, en segundo, y ya algo más lejos aparece Reino Unido. Sin embargo, aunque menores, las caídas en las exportaciones a estos países también sufren importantes retrocesos. Estados Unidos pasó de un volumen de 443,7 millones de euros en 2022 a 383,4 en 2023, en lo que supone una caída de doble dígito: un 13,6%.
Este descenso, comparado con el del país galo, donde fue considerablemente menos pronunciado, de un 4,2%, desde los 412,5 millones de euros de volumen exportado en 2022 hasta los 395 millones, ha hecho que Francia supere al país norteamericano como primer importador de cerámica española. Finalmente, la caída más importante en ventas de estos tres países fue la anotada en Reino Unido, cuyas empresas pasaron de importar por valor de 220 millones de euros a 180,5 millones entre 2022 y 2023, lo que se traduce en una pérdida de un 18%.
En cuanto a la distribución por zonas geográficas, Europa supone el 53,6% de la cuota de mercado del sector y registra una caída de exportaciones de un 11,6% del año 2022 al 2023. América, en segundo lugar, significa el 21,5% de los compradores extranjeros y, de igual modo, muestra un descenso de un 16,1% en volumen de ventas. Asia, con el 14,7% de las ventas totales, refleja un golpe todavía mayor, de un-29,4%. En línea con los datos por países, Oriente Próximo, que supone el 11,6% del total, concentra la mayor diferencia entre 2022 y 2023, y se apunta un -31,9%. África ya representa algo menos de una décima parte de las exportaciones de esta industria, un 9,2%, y también cae, un importante 22,5%, mientras que Oceanía ya solo significa el 1,1% del total y registra un descenso de un 6,3% entre los años 2022 y 2023.
En cualquier caso, más allá del análisis país por país, desde la patronal de la cerámica realizan un diagnóstico general directamente relacionado con la caída generalizada de las exportaciones de sus empresas. En concreto, desde Ascer consideran que se registran caídas de la demanda en los principales mercados debido a dos causas principales: la situación inflacionista, que se traduce en una ralentización del mercado de la construcción y la reforma, y la pérdida de competitividad de los productos españoles de esta industria frente a una competencia muy agresiva, tanto de otros países productores como de otros materiales sustitutivos.