Los Carulla se enfrentan a una huelga por el convenio de Gallina Blanca

La dirección y el comité de empresa son incapaces de pactar el incremento de los salarios tras un año y medio de negociación

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Gallina Blanca se enfrenta este miércoles a una huelga en la histórica factoría de Sant Joan Despí (BCN). El comité de empresa del grupo ha convocado paros puntuales durante el día para denunciar que la negociación del convenio colectivo ha llegado a un punto muerto. Tras dos encuentros con la mediación del Tribunal Laboral catalán, el grupo propiedad de la familia Carulla ha declinado incrementar los salarios de la plantilla.

Los trabajadores defienden que se reconozca la subida del IPC real en la retribución de la plantilla para evitar la pérdida de poder adquisitivo. Hecho que se traduciría en una mejora del 0,3% en todos los salarios. Pero la dirección de Gallina Blanca ha afirmado por activa y por pasiva, según los sindicatos, que no aceptará ningún pacto que no implemente la congelación salarial. “Quieren aplicar una política de costes laborales y contención de gastos para ganar competitividad a través de los salarios”, señala el secretario general de la federación agroalimentaria de CCOO en el ámbito territorial de referencia, Avelino Romera.

Resultados positivos

Los sindicatos indican que este objetivo es incompatible con las magnitudes económicas de Gallina Blanca. El grupo cerró el ejercicio 2012, las últimas cuentas consolidadas en el Registro Mercantil, con un beneficio de 21 millones de euros. «Los de 2013 van por el mismo camino», indica el presidente del comité, Antonio Hidalgo (CCOO).

Las ventas de la compañía de alimentación han bajado aproximadamente un 7% en los últimos ejercicios. Otra cifra casi exitosa para los trabajadores si se tiene en cuenta el entorno de crisis. Por lo que aseguran que no cederán más allá del reconocimiento del IPC en el convenio colectivo.

La negociación entre el comité de empresa y la dirección de Gallina Blanca empezó en febrero de 2013, poco después de que los Carulla se hicieran con el 100% del capital del grupo. El Tribunal Laboral ha mediado en dos ocasiones. Aún hay margen para conseguir el pacto laboral, aseguran los implicados.

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