Samsung ya tiene su nueva crisis tras las baterías que explotan

Trabajadores de Nepal y Malasia acusan al fabricante de móviles de malas condiciones laborales

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Samsung y Panasonic afrontan acusaciones de explotación laboral en Malasia. Según informa The Guardian, trabajadores nepalíes de las cadenas de suministro están siendo «engañados, explotados y mal pagados». Aseguran que les confiscaron el pasaporte y obligaron a pagar 1.000 libras para obtener el empleo.

Los trabajadores denuncian jornadas de hasta 14 horas de pie y restricciones para ir al baño. Además, claman que el fabricante de móviles les amenazó con multas si abandonaban el trabajo y volvían a Nepal. La mayoría de los entrevistados por el periódico británico pertenecen a subcontratas.

«Estamos llevando a cabo investigaciones de las empresas con las que trabajamos en Malasia», asegura un portavoz de Samsung.

Si la empresa descubre cualquier violación de los derechos laborales realizará «acciones correctivas inmediatas». No obstante, señala que «no se ha encontrado ninguna evidencia de violaciones en el proceso de contratación de los trabajadores inmigrantes contratados directamente por nuestra planta de fabricación en Malasia».

Tras la crisis de las baterías

La información sobre explotación laboral emerge pocas semanas después de que Samsung tuviera que retirar del mercado la gama de teléfonos y tabletas inteligentes Galaxy 7. La crisis de las baterías que explotan causó 5.700 millones en pérdidas y una grave crisis de reputación que, ahora, podría resurgir si las acusaciones procedentes de Malasia se sustancian en investigaciones legales.

Economía Digital

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