Almirall topa de bruces contra su cruda realidad

Almirall revisa a la baja todas sus previsiones por problemas en EEUU y se lleva un duro correctivo de los mercados

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Duro castigo de los mercados a Almirall, que ven como las previsiones de mejora de la farmacéutica quedan en papel mojado. La compañía de los Gallardo se deja un cuarto de su valor en bolsa este lunes tras corregir a la baja las previsiones para el actual ejercicio. A través de un comunicado a la CNMV, Almirall adelanta una caída de su negocio de doble dígito para este año, con un ebitda de entre 140 y 170 millones de euros, hasta un 38% inferior al del año pasado.

La causa de esta debacle se encuentra en los Estados Unidos. Según la información remitida por la compañía que preside Jorge Gallardo a los analistas e inversores, lo que lastrará su año será el deterioro del negocio de Aqua, su filial en EEUU, a causa de tres factores: problemas en el canal de distribución, que han llevado a una reducción de inventarios; la “adjudicación inapropiada” de tarjetas del Programa de Asistencia al Paciente estadounidense (PAP), y el lanzamiento de un genérico que ha minado las ventas de uno de sus fármacos.

Almirall ya acusó en el primer trimestre una reducción de sus inventarios a causa de problemas de distribución y, pese a lo que preveía, el problema continuó en el segundo trimestre, con un impacto negativo de entre 25 y 30 millones en sus cuentas del primer semestre. Por lo que respecta al PAP, detectó un “nivel significativo” de adjudicación inadecuada en algunas farmacias. Para atajarlo, Almirall ha incrementado los controles y ha emprendido acciones legales contra las farmacias responsables.

El tercer problema es el lanzamiento de un genérico del fármaco Acticlate en EEUU, con un precio un 10% más bajo que el medicamento de Almirall. Esta nueva competencia, junto con los problemas de inventario, también tendrá un impacto negativo en el negocio estadounidense de los Gallardo, que ultiman el lanzamiento de otro genérico para compensarlo.

La previsión de ebitda de Almirall ha pasado de un crecimiento del 5% a una caída del 38%

Estos contratiempos han hecho volar por los aires todas las previsiones de Almirall para este 2017. La farmacéutica española, que se encuentra en pleno tránsito hacia la dermatología, cerró 2016 con un ebitda de 227,6 millones. El resultado neto se desplomó casi un 43% en ese periodo, hasta los 75,5 millones.

Hasta ahora, su previsión era que el beneficio antes de impuestos creciera alrededor del 5%. En vez de ese crecimiento, la compañía sufrirá una caída de entre el 25%, si el ebitda baja hasta los 179 millones, y el 38%, si se queda en la banda baja de las previsiones de Almirall, 140 millones. También preveía que los ingresos, que el año pasado fueron de 859 millones, crecieran ligeramente, entre un 2% y un 4%, y ahora señalan una caída de más del 10%. Por tanto, queda más lejos el objetivo de facturar 1.000 millones en 2018.

Xavier Alegret

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