Anfac renueva a De los Mozos ante la falta de sucesores

La patronal de fabricantes alarga el mandato del actual presidente después del 'no' de Jaime Revilla a ocupar el cargo

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La salida de Luca de Meo de Seat rumbo a Renault trastocó todos los planes de la patronal nacional de fabricantes de coches. Anfac ya descontaba los días para coronar al italiano como presidente nuevo presidente en sustitución de José Vicente de los Mozos, al que en enero le caducaba el mandato de dos años. La marcha del transalpino obligó a una búsqueda a contracorriente, pero el ‘no’ de los candidatos sondeados obligó a la organización a estirar el gobierno del actual vicepresidente de la alianza Nissan-Renault.

Como explicó Economía Digital hace semanas, la patronal pretendía nombrar presidente al consejero delegado de Iveco España, Jaime Revilla. Sin embargo, el directivo rechazó la propuesta de la junta, que le veía como un hombre preparado y de consenso entre los grandes grupos de automoción. Posteriormente se habló de Jaime Gorbeña, que tampoco quiso dar el paso, explica Europa Press.

Tras ambos reveses, la patronal optó por prolongar el mandato de De los Mozos. En un primer momento se especuló que sería hasta la primavera, pero finalmente se alargara hasta finales de año debido a la también interinidad en el cargo de director general que arrastra la organización. A finales de enero, la oficina de Conflictos de Intereses vetó el nombramiento de Begoña Cristeto al haber pasado menos de dos años desde que ocupó el cargo de secretaria de Industria y Pyme. La comisión de estrategia de Anfac –formada por los asociados— ya baraja las diversas alternativas para reaccionar ante la negativa, si esperar a Cristeto hasta junio o nombrar un nuevo primer ejecutivo.

Detrás de José Vicente de los Mozos no aparece ningún candidato claro para liderar Anfac

La renovación del ejecutivo de Renault se acabó de firmar por la falta clara de candidatos alternativos. Desde la patronal se trata de apuntalar el carácter industrial de la misma, por lo que parece importante que el presidente esté ligado con la producción de automóviles en España. El abanico no es tan grande. Parece complicado que Renault repita al frente de la asociación mientras que Nissan, miembro de la alianza, no está en disposición de optar a un cargo representativo con los constantes recortes a su fábrica de Barcelona.

Mientras, Ford se encuentra en un plan de reducción de costes en toda Europa que tiene en vilo a la planta de Almussafes (Valencia) a pesar del aterrizaje de nuevos modelos híbridos. Tampoco surge ningún candidato claro dentro de Volkswagen AG tras la salida de De Meo a pesar del buen momento de la fábrica de Volkswagen en Landaben (Pamplona) y de Seat en Martorell (Barcelona). Sí le haría ilusión el cargo a PSA Groupe con Juan Antonio Muñoz Codina, que lidera el conglomerado desde el pasado diciembre, y Antonio Cobo, actual director de Opel en España.

Ni siquiera el nombre de Revilla generaba unanimidad. Uno de los afiliados consultados por este medio ya advertía hace semanas de lo «extraño» que suena tener como presidente al dirigente de una empresa de camiones ante los retos que afronta actualmente la industria del automóvil con las necesidades de infraestructuras para el coche eléctrico y una presumible difícil relación con el Gobierno que encabeza Pedro Sánchez.

Anfac, una política dura con el Gobierno

Siempre crítica con el Gobierno, la patronal se ha caracterizado en los últimos meses en su dura política contra el Gobierno. Son varias las ocasiones en los que ha criticado la falta de movimiento del Ejecutivo para apoyar una industria que genera 350.000 empleos entre directos e indirectos. De hecho, advirtió que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética impulsada por el PSOE tendrá un efecto negativo en el ecosistema de fábricas.

En una conversación con Economía Digital, el renovado presidente de la asociación, José Vicente de los Mozos, criticaba que España “no era amigable” para la industria de la automoción. El principal blanco de las críticas era la intención de prohibir la matriculación y venta de vehículos diésel y de gasolina para el próximo 2040. Ya en noviembre, la asociación ya lamentó que el proyecto del Gobierno iba «contra el principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea«.

El directivo pidió en varias ocasiones en los últimos meses «un pacto de estado para la industria del automóvil». Puso el foco en la demanda: «Si en España no hay infraestructura –que facilite la compra– será difícil que se fabriquen coches eléctricos aquí», dijo en junio en el Fórum Europa. Y como para casi todo, hace falta dinero. Reino Unido y Francia tienen planes que rondan los 1.000 millones de euros para impulsar los automóviles alternativos. «Aquí sólo se han dedicado 74,5 millones a estos planes en cinco años», compara la patronal.

En cambio, el proyecto de Madrid 360 que impulsa el consistorio de la capital sí logró los elogios de la patronal. Anfac celebró el “plan transversal” ideado por José Luiz Martínez-Almeida, que rebaja las restricciones para acceder a Madrid Central, permitiendo la entrada a automóviles C con dos o más ocupantes. A cambio, la legislación prohibirá, a partir de 2025, circular a los coches más contaminantes –sin etiqueta— por toda la ciudad.

Pero a la restricción progresiva de la circulación para algunos vehículos se suma otra otra de las demandas que los fabricantes persiguen desde hace tiempo: un plan de ayudas de 50 millones de euros anuales para la renovación del parque de coches.

 

Economía Digital

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