Así invierten las grandes fortunas catalanas

Los 'family office' que asesoran en Catalunya vehiculan inversiones en deuda soberana, tecnología y propiedades 'prime'. Prefieren el Tesoro Español a los bonos patrióticos de la Generalitat

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Riesgo mínimo. Esta es la orden que las familias pudientes catalanas han transmitido a sus family office, las firmas que gestionan los patrimonios de empresarios y sagas acaudaladas. Prefieren, sin embargo, aventurarse en sus propias empresas y además están destinando el capital generado en épocas de bonanza para reducir deuda y aliviar la carencia de financiación externa.

En este terreno de juego, los encargados de preservar el valor patrimonial de las grandes fortunas proponen ante todo diversificación. Una cartera variada “es sinónimo de seguridad”, según el director general de Arcano, Iñigo Susaeta. De este modo, las preferencias de los ricos –palabra que no gusta en los family office— catalanes se centran en la deuda soberana de Noruega, Canadá y Alemania.

Sin embargo, “la emisión de bonos patrióticos tuvo una aceptación moderada”. Y es que si trata de deuda nacional, los grandes inversores catalanes prefieren los bonos del Tesoro a los de la Generalitat, aunque “a un máximo de seis meses”. “Ofrecen la rentabilidad prevista en los business plan, por lo que no existe la necesidad de destinar grandes sumas a letras a 10 años con el nivel de incertidumbre que genera ese plazo”, comenta Olegario Soldevila, también de Arcano.

Por lo demás, el perfil de esta tipología de inversor es sensible al sector tecnológico internacional. “Hay bastante demanda en títulos de Apple y otras grandes compañías estadounidenses”. Planear dónde y cómo destinar recursos responde a una estrategia que requiere primero de amplios conocimientos sobre el inversor y sus objetivos por parte del family office.

Proximidad

Aunque cada caso es individualizado, el rendimiento medio anual con el que se dan por satisfechos los catalanes acaudalados lo compone la tasa de inflación más 250 puntos básicos. Estos niveles les permiten costear el mantenimiento de las fortunas (propiedades, por ejemplo), el pago de los impuestos derivados y hacer crecer el valor.

Aunque el inmobiliario es el sector que más minusvalías está generando, las grandes fortunas no le hacen asco en Catalunya. “Siempre que sea en zonas prime, como el paseo de Gràcia. Invertir allí es igual a comprar bonos alemanes, es totalmente seguro”, describe Soldevila. “Al final, el dinamismo de estos entornos depende de otros países debido al turismo”.

También lloran

Aunque han optado por posiciones conservadoras en el último lustro, la evolución de la riqueza y de las estrategias que siguen los grandes nombres acomodados en Catalunya rompe con uno de los tópicos de la crisis. Los ricos occidentales no son más ricos. El patrimonio, tanto empresarial como financiero, ha menguado considerablemente desde 2007, según Arcano, que gestiona 150 millones de euros en Catalunya.

Ismael García Villarejo

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