Florentino y Del Rivero resucitan y dejan en evidencia a Entrecanales y Koplowitz

Las dos constructoras más afectadas por la crisis a principio de año acaban remontando la situación en la segunda mitad del 2010

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El año 2010, uno de los más cruentos de la historia para el ladrillo español, ha dejado vencedores y vencidos entre los grandes constructores españoles. Sacyr Vallehermoso y ACS, que en el primer semestre parecían condenados por una deuda incorregible, han hecho sus deberes. Mientras, Acciona y FCC han pagado un precio muy caro por sus aventuras energéticas.

José Manuel Entrecanales y Esther Koplowitz, las dos cabezas visibles de Acciona y FCC, habían vivido gran parte del año en el anonimato que les garantizaban las urgencias de sus competidores Sacyr y ACS. Convivían con sus miserias en un 2010 muy duro, sí, pero parecían pecata minuta en comparación con los problemas de Florentino Pérez y Luis del Rivero.

Sin embargo, los hombres fuertes de ACS y Sacyr han sacado la cabeza, y de qué manera, en el último tramo del año. Contra todo pronóstico, y cuando parecían estar a punto de tirar la toalla, han resurgido desde las cenizas en las que les sumergió la borrachera crediticia de los años del boom.

No es que sus naves hayan dejado atrás la tempestad, pero el riesgo de naufragio ha desaparecido. El presidente del Real Madrid ha actuado como el mejor fondo de capital riesgo. Ha vendido activos con una voracidad extraordinaria y, a la vista del resultado, lo ha hecho a unos precios razonables.

Reducir deuda

Abertis, el negocio de puertos, la filial de renovables y este mismo mes sus sociedades energéticas brasileñas… Las desinversiones le van a permitir reducir la friolera de 3.500 millones de euros de deuda y, al mismo tiempo, financiar las compras de acciones de Iberdrola -ya tiene el 18%- y la OPA sobre la alemana Hochtief, de la que ya se ha garantizado el 31% del capital.

El resultado es que, de un plumazo, el ratio entre deuda y ebitda disminuye hasta alrededor de dos veces, que con las ventas en el sector energético Iberdrola ya no puede decir que tiene en ACS un competidor, y que, si hace falta, ACS podría acudir a financiarse a los mercados. Hasta ahora todos sus intentos habían sido en vano.

Sólo Ferrovial ha vendido tanto como ACS. Sobre todo se ha desprendido de un 10% de su participación en la británica BAA. ¿Y Sacyr? Luis del Rivero vuelve a sonreír tras dos años terribles en los que su incursión en Repsol amenazaba con llevárselo a él, y a la compañía, por delante.

Saneamiento del balance

Si ACS y Ferrovial han optado por las ventas, la de Sacyr ha sido una labor de saneamiento durante 2010. Ha refinanciado la deuda de 1.430 millones de euros de ese agujero negro inmobiliario llamado Vallehermoso, ha colocado a inversores amigos una ampliación de capital de 400 millones de euros y, sobre todo, ha visto la luz en Repsol.

La acción de la petroquímica sube un 11% a pesar de que la bolsa española está fuera de las mejores carteras. Tan bien le va a Repsol, que va a meter en el bolsillo de Sacyr 128 millones en dividendos a cargo del año 2010. Es la remuneración más alta de su historia, ya que iguala el dividendo de 2008.

La otra cara de la moneda

Tanta noticia positiva contrasta con el año gris de Acciona y FCC. La bolsa así lo ha reconocido con caídas acumuladas del 41% y del 34%, respectivamente. A las dos empresas les une que su apuesta energética les ha supuesto una mala pasada en 2010. Salvando las distancias entre la posición de una y otra en el sector, es mucho más alta en el caso de José Manuel Entrecanales.

A Acciona, el gran vencedor de la rocambolesca operación por la que Endesa cayó en manos de Enel, le ha perjudicado sobremanera la incertidumbre regulatoria en el sector de las energías renovables, su gran apuesta. Los resultados del tercer trimestre no han arrojado mucha más luz sobre la compañía. Además del energético, el resto de los negocios -incluida esa gran apuesta que es el medioambiente- han retrocedido.

Para FCC, el año está siendo también duro. La compañía, que acaba de cerrar la venta al grupo suizo SGS de sus negocios de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en España y Argentina por 180 millones de euros, no consigue definir un modelo reconocible después de tres años con Baldomero Falcones al frente.

El ejecutivo tiene ante sí dos grandes retos. Uno, que la división de energía cumpla las expectativas y suponga el 20% del ebitda en 2013. Para ello, tendrá que multiplicar por cuatro su actual aportación. Y dos, elaborar un plan estratégico creíble –podría presentarlo a primeros de 2011- después de que el anunciado en 2008 se haya quedado a años luz de la realidad. Es decir, 1.000 millones menos de ebitda que en las estimaciones y la mitad del benéfico neto previsto.

Economía Digital

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