La patronal catalana anticipa despidos en las empresas fugadas

Foment del Treball advierte de que la economía catalana perderá 2,5 puntos en los dos próximos años si se mantiene el clima de tensión política

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Foment del Treball entra en la campaña electoral del 21-D. La patronal que preside Joaquim Gay de Montella exige a los partidos políticos “normas estables y previsibles” para reactivar la economía. En caso contrario, advierte de que las empresas que han trasladado su sede social o fiscal fuera de Cataluña también se pueden llevar la actividad productiva.

El presidente de la comisión de economía de Foment, Valentí Pich, y el director de estudios económicos, Salvador Guillermo, han presentado este martes un informe sobre la incidencia del escenario político en la actividad empresarial catalana.

No han aportado datos sobre el lucro cesante que ya ha provocado el proceso independentista, pero sí de las consecuencias que acarreará si se mantiene la incertidumbre y la tensión política: una contracción del PIB entre tres décimas y 2,5 puntos en el periodo de 2017 a 2019.

El informe de Foment advierte de que, tal como señalan todos los analistas y centros de estudios económicos, se reducirá el consumo y descenderán las inversiones internacionales de manera proporcional a la intensidad de la crisis política.

Las consecuencias se notarán en el conjunto de España, si bien de forma más intensa en Cataluña y en las autonomías limítrofes. Guillermo ha pedido “sentido común” a los partidos políticos.

Subrayó que si se daña la “imagen reputacional” de Cataluña se alejarán las inversiones. Para evitarlo, hace falta un entorno de “estabilidad institucional y política”. Sin mencionar a Carles Puigdemont, recordó que «estamos en la Unión Europea y que plantear una hipotética salida de este marco ahuyenta a los inversores».

“Estampida” de empresas

El proceso independentista ha multiplicado por diez las empresas que han trasladado su sede social fuera de Cataluña. En el periodo de 2013 a 2016, se ha registrado un saldo negativo (más salidas que entradas) que ha oscilado entre las 200 y 300 firmas anuales. La única excepción fue 2015, con un saldo positivo de cuatro. Sin embargo, en 2017 se han disparado las deslocalizaciones.

De haberse mantenido la tónica del primer semestre, este 2017 se cerraría con unos registros similares a los del año pasado, cuando se perdieron 279 empresas.

Sin embargo, en octubre se produjo una “estampida”: 2.724 empresas trasladaron su sede fuera de Cataluña. El máximo diario se dio el 19 de octubre con la fuga de 268 sociedades.

Foment del Treball: la patronal catalana reclama a los partidos “normas estables y previsibles”

Entre 2013 y 2015, salieron 2.019 empresas y entraron 1.226, de lo que resulta un saldo de menos 793. En este mismo periodo, la segunda autonomía con más fugas fue el País Vasco, aunque tan sólo con un saldo negativo de 207.

De las 2019 empresas que se fueron de Cataluña en el mencionado periodo, 884 se establecieron en Madrid y 246 en Valencia. Por lo que supone en volumen de ventas, de los 4.702 millones de euros de facturación, 3.282 fueron a Madrid, casi un 70%.

Desde Foment se exige un “plan de choque” para revertir en los próximos meses la “crisis de confianza”.

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