Grífols tiene 1.250 millones para comprar farmacéuticas

La farmacéutica de la familia Grifols resta importancia al revés sufrido en los EEUU con la prohibición de un medicamento

Los consejeros delegados de la multinacional de hemoderivados Grifols, Raimon Grifols (i) y Victor Grifols (d), durante la junta general de accionistas 2018. EFE

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Tras invertir 2.350 millones en compras en apenas año y medio, Grifols no tiene intención de aminorar el ritmo. La farmacéutica familiar catalana pone ahora el foco en China, donde pretende dar “un salto de calidad” a base adquisiciones en el país. En el bolsillo tiene 1.250 millones de euros entre caja y líneas de liquidez para permitirse estas inversiones “sin modificar el endeudamiento”.

Este mes la empresa dirigida por Raimon y Víctor Grifols ya anunció la alianza con la firma china Boya-Bio Pharmaceutical, especializada en la producción de medicamentos de plasma, para abrir centros de donación en el país. La inversión estimada será de 50 millones de euros y disparará la importancia del gigante asiático para el negocio, que actualmente supone el 4% del total.

La operación supone un viraje a la estrategia de la empresa, que extrae prácticamente todo el plasma en Estados Unidos. Ahora, en cambio, busca proveedores en China y Europa, por lo que también adquirió la alemana Haema hace pocos meses. Con la operación, la sociedad sumará 35 centros de captación a los 190 con los que cerró 2017.

Así, abrirá más centros en los países del Viejo Continente en los que todavía se puede compensar a los donantes, como Austria, República Checa y Hungría. “Confiamos en que a medio plazo vuelva el sentido común al resto de Europa”, explicó Raimon Grifols.

El revés en Aradigm

El crecimiento de Grifols sufrió un duro revés en enero después de que la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) tumbará el medicamento Pulmaquin, destinado a combatir enfermedades pulmonares, que la filial Aradigm Corporation desarrollaba. Participada al 35% por la sociedad catalana, la firma aspiraba a ingresar 250 millones de euros en los próximos tres años.

Víctor Grífols restó este viernes importancia a los 80 millones de deterioro en Aradigm que tuvo que afrontar la multinacional. El directivo defendió que, cuando se invierte en I+D, algunos proyectos salen adelante y otros no.

Además, aseguró que, una vez valorada en cero euros la participación de Grifols, no habrá más impacto económico para la multinacional por este proyecto. 

Economía Digital

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