Cataluña conecta a la red solo dos molinos eólicos en todo 2023

Los retrasos en el despliegue de las renovables en la comunidad la aleja de sus metas para la transición energética

Parque eólico de Rubió, en la provincia de Barcelona, que se inauguró en 2005. EFE

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Cataluña sigue sufriendo las consecuencias de los años en el que la tramitación de proyectos renovables estaba completamente parada. La comunidad autónoma solamente conectó a la red dos molinos eólicos en todo 2023, tras un 2022 en el que parecía que los cuellos de botella empezaban a remitir.

A lo largo del año pasado, solamente se pusieron en servicio dos nuevos aerogeneradores procedentes de la ampliación del parque eólico La Collada, situado en el municipio tarraconense del El Parelló, según un análisis elaborado por la consultora especializada dialEc. Se trata de la instalación de dos molinos nuevos de última generación, con una potencia conjunta de 7,5 megavatios (MW), y con una capacidad de suministrar energía a unos 7.000 hogares catalanes. En toda España, se conectaron a la red 600 MW más de energía eólica el año pasado.

La evolución en Cataluña supone un retroceso, respecto al año anterior, cuando se enchufaran casi 100 MW, la mayor potencia eólica puesta en servicio desde 2012. Durante 2022, se conectaron a la red los aerogeneradores correspondientes a dos proyectos de Naturgy, otro de Eolia Renovables y un cuarto de EDP. Estos parques provienen del concurso de zonas de desarrollo prioritario lanzadas por el tripartit en 2010.

30 MW más en 2024

Las estimaciones para 2024 tampoco apuntan a un acelerón de la conexión de energía eólica. Mientras no se aligere la tramitación de proyectos, la previsión es que este año solamente se conecten 30 MW más procedentes, también, del concurso lanzado hace más de 10 años. Se trata de la ampliación de uno de los parques de Naturgy ubicado en Tarragona.

El Govern se ha comprometido a que el 50% de la demanda de electricidad de la comunidad se cubra con energía limpia a partir de 2030, según marca el Proencat, su hoja de ruta par a impulsar la transición energética. Para ello, necesita sumar unos 3.800 MW más de potencia eólica a los 1.379MW que tiene actualmente.

Pese a los esfuerzos de los últimos gobiernos catalanes para acelerar el despliegue de las renovables, Cataluña arrastra años de retrasos por distintas trabas burocráticas, de modo que, a no ser que a Generalitat consiga acelerar la tramitación de los proyectos en cartera, será difícil cumplir con estos objetivos.

Según las estimaciones de dialEc en base a las metas del Govern, a partir de 2025 se deberían de conectar a la red una media de 638MW de potencia eólica anuales para cumplir con estos objetivos. La consultora cifra en 7 parques eólicos ya autorizados pendientes de construirse y de conectar a la red, que sumarian 235MW más, mientras que en total hay 79 proyectos en distintas fases de tramitación.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.EFE/Andreu Dalmau
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.EFE/Andreu Dalmau

Aun así, desde el sector alertan que, más que acortarse, los trámites para implementar estos proyectos no hacen más que complicarse. En este sentido, desde una modificación del Decret—Llei 16/2019 aprobada en 2022, las Comisiones Territoriales de Urbanismo deben dar su autorización a la construcción de proyectos renovables un mes después que las iniciativas consigan una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable. Según afirman fuentes del sector, en muchas ocasiones este plazo transcurre sin que estas comisiones se pronuncien y, sin su visto bueno, los promotores no pueden solicitar licencias de obras, algo que todavía retrasa más la construcción de las instalaciones.

Todo esto desincentiva la inversión en renovables en Cataluña. De hecho, en 2023 solo se presentaron en la Oficina de Gestió Empresarial tres proyectos eólicos con una potencia conjunta de 107MW, también según dialEc. Se tratan de dos iniciativas de Forestalia ubicadas en la provincia de Lleida y otra de Enel en Girona.

Mientras no se construyan y se conecten a la red, el mix energético de Cataluña seguirá dependiendo de los combustibles fósiles y, sobre todo, de la energía nuclear, que cubre el 50% de la demanda eléctrica catalana. La hidráulica también tiene una importante presencia, pero, em 2022 pegó un bajón por culpa de la sequía, algo que disparó en un 64% la energía producida mediante ciclos combinados, convirtiéndose en la segunda tecnología que más electricidad aportó, el 18% de la demanda eléctrica total.

Más allá de las iniciativas privadas, la Generalitat espera impulsar la transición energética con su empresa pública, L’Energética. Nacida en 2022, la compañía recibió a finales de 2023 la autorización de la Comisión de los Mercados y la Competencia (CNMC) para empezar a comercializar energía, con la vista puesta a captar 3.000 clientes este año, procedentes de la administración pública catalana.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta