El fin lento del confinamiento dejará 5 millones de parados en España

El desempleo subirá al 21,7% si el cierre económico se prolonga durante 12 semanas, en línea con lo que paró Wuhan, según los cálculos del Banco de España

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La economía española sigue acumulando expectativas negativas ante el golpe de la crisis del coronavirus. Si la semana pasada era el FMI el que pintaba un escenario negro, este lunes ha sido el Banco de España el que ha adelantado que el crash económico puede ser muy significativo si la economía española permanece cerrada durante tres meses y a finales de año no se han reactivado totalmente sectores claves para el PIB, como la hostelería.

La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos no ha elegido este periodo al azar, sino que ha tomado como referencia el tiempo que le costó salir a Wuhan del confinamiento. «En Wuhan, epicentro inicial del Covid-19, transcurrieron ocho semanas entre la fecha del confinamiento y la de ausencia de nuevos contagios, y un total de once hasta el levantamiento pleno de las restricciones», recuerda el Banco de España. 

Alargando ese periodo una semana más, la contracción del PIB español sería del 12,4% y se sufriría una caída de la inversión empresarial del 57,4%, un desplome de las exportaciones del 19% y un repunte del paro hasta el 21,7%. La institución toma de referencia el modelo estadístico de la Encuesta de Población Activa (EPA) para realizar sus estimaciones, por lo que los trabajadores que pudieran continuar en un ERTE están excluídos de esta previsión.

Con esta tasa de paro, el nivel de desempleo superaría los 5 millones en términos medios anuales tomando como referencia los últimos datos de la EPA. Al cierre del cuarto trimestre de 2019, según esta encuessta, el desempleo afectaba al 13,78% de la población activa española; algo más de 3,19 millones de personas.

El Banco de España reconoce que sus estimaciones están todavía llenas de incertidumbre, pero, según sus modelos, a medida que el confinamiento se prolonga, los efectos económicos son más negativos. De hecho, ampliar el cierre económico de dos a tres meses, provoca que la caída del PIB pase del 9,5 al 12,4%. En ambos casos, las medidas extraordinarias de liquidez aprobadas por el Gobierno -100.000 millones en avales y los ERTE- no lograrían mantener vivo a todo conjunto del tejido empresarial. El paro previsto en un confinamiento de ocho semanas con algunas quiebras empresariales sería del 20,6%.

En términos de endeudamiento, prolongar el estado de alarma durante tres meses añadiría presión a las finanzas públicas. El Banco de España calcula que la deuda en términos de PIB en este caso escalaría hasta el 122,3%, frente al 115,3% del ascenaroio anterior.

En el mejor de los casos que plantea el Banco de España, que contempla que las medidas del Gobierno impiden que procesos de insolvencia de empresas y que la economía se reabre dos meses después de la activación del estado de alarma el 14 de marzo, la economía solo retrocedería un 6,8%; la tasa de desempleo alcanzaría el 18,3% y el endeudamiento el 109,9%. En este escenario el número de desempleados quedaría ligeramente por debajo de los 4,24 millones de parados.

Europa busca controlar el golpe económico

Europa se está dando más prisa en reactivar parcialmente su economía que Wuhan. Algunos países como Alemania o Italia están comenzando a reabrir ciertos comercios, en lo que parece una manera de alentar la economía mientras que se van comprobando los efectos de esas nuevas iniciativas en la expansión de la pandemia.

China, a diferencia de España o de otros países europeos, no estuvo cerrada totalmente cerrada durante la etapa de confinamiento de Wuhan. El resto de provincias del gigante asiático continuaron su actividad, por lo que el impacto económico para el conjunto del país sería relativamente más bajo del que estamos sufriendo, teniendo en cuenta además que el peso en el PIB de las actividades totalmente clausuradas (hostelería, ocio y la mayor parte del comercio», es muy elevado en España. 

«Las ramas de servicios más directamente afectadas por la suspensión de actividades (hostelería, restauración y ocio, comercio y transporte) suponen una cuarta parte del PIB», cuantifica el Banco de España.

Pedro Sánchez todavía no ha dado pistas sobre cómo será el desescalamiento económico, pero también parece que se inclina por ir haciéndolo de forma progresiva y no de golpe como Wuhan. Durante la rueda de prensa de este sábado en la que anunció que pediría prolongar hasta el 9 de mayo el estado de alarma, abrió la puerta a ir adoptando medidas de apertura -por ahora los niños podrán salir a la calle con ciertas restricciones a partir del 27 de abril-, que podrían ser pactadas de manera territorial o por municipios, tal vez justo pensando en amortiguar el impacto económico de un cierre completo.

 

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