Escrivá insiste en que el Banco de España «no es capaz» de analizar las pensiones: «No somos tertulianos»
El gobernador, artífice de la reforma de las pensiones de 2022 y 2023, ha insistido en que la entidad no podía aportar nada adicional al análisis realizado por la Airef
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá (d), comparece en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital, en el Congreso de los Diputados, a 9 de junio de 2025, en Madrid (España). Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha defendido que el supervisor «no es capaz» de analizar el gasto y la sostenibilidad del sistema de pensiones, a pesar de que lleva años haciéndolo, y ha asegurado que el resto de bancos centrales de la eurozona tampoco entra en asuntos que no les competen, como el salario mínimo interprofesional (SMI): «No somos tertulianos».
Escrivá, desde septiembre máximo responsable del supervisor bancario y, antes de eso, ministro de Transformación Digital y de Seguridad Social, autor de las dos reformas de pensiones de la pasada legislatura, ha criticado la filtración de un borrador del Informe Anual de 2024 que se discutió en el Consejo de Gobierno de la entidad: «Es un delito. Es un acto sin precedentes«.
El Informe Anual de 2024, el primero del mandato de Escrivá, llamó la atención por tener una longitud inferior a la de documentos de ejercicios anteriores y también por la ausencia de recomendaciones de política económica que sí aparecían en otros informes.
Escrivá ha defendido el carácter más analítico del documento de este año y que no sea tan «prescriptivo» como en años anteriores. «La Airef es la que tiene el mandato, la ley de evaluar la sostenibilidad de las pensiones. Tiene la capacidad de acceder a información que no tenemos. Tiene muchísimos más recursos humanos que los que tenemos nosotros para entrar en detalle», ha explicado, insistiendo en que el Banco solo podía «constatar» el análisis de la Autoridad Fiscal y que no se podría aportar algo adicional por parte de sus técnicos.
«Entrar en la composición del gasto o ingresos [públicos] es algo que los bancos centrales no hacen. Eso significa decir a quién apoyas y a quién no apoyas. (…) Si realmente ustedes piensan que el gasto en pensiones es excesivo a medio plazo, el 13,1% del PIB, tienen toda la legitimidad de decirlo y de decir qué habría que hacer para reconducir ese gasto. Pero yo no me siento capaz, desde mi gorra de gobernador del Banco de España, como hacen mis colegas europeos, de decir si es excesivo o no. Puedo decir que tenemos un problema de sostenibilidad, pero entrar en la composición del gasto o los ingresos no lo voy a decir jamás», ha dicho.
Escrivá ha subrayado que «los bancos centrales no estamos para entrar en todos los debates públicos». «No somos tertulianos», ha zanjado.
El gobernador ha asegurado que no se sentía «cómodo» con el carácter prescriptivo del informe, una cualidad que no tenía en sus inicios, y que apareció en 2006 con la llegada de Miguel Ángel Fernández Ordoñez (conocido como MAFO) a lo más alto de la institución.
La polémica coincide con la salida del director general de Economía de la institución, Ángel Gavilán, quien anunció, al día siguiente de publicarse el Informe Anual, que dejaría su puesto el próximo 12 de junio, tras la presentación de su último informe trimestral de la economía española.
«Si alguien tiene experiencia en dirigir equipos de economistas y servicios de estudios grande, soy yo», ha asegurado. El gobernador ha dicho que estaba «encantado» con la labor de Gavilán como director del ‘think-tank’ del Banco, habiendo creado una estrecha relación, pero que buscaba nuevos retos profesionales tras varios años al frente de la Dirección General de Economía.