La inmobiliaria Fergo Aisa está dando pasos, aunque fuera de España, para salir de su delicada situación y reflotar su negocio. Tras lograr refinanciar su deuda de 300 millones en abril y ampliar su capital en 5,1 millones este julio, la empresa ha anunciado la puesta en marcha de una joint venture con la norteamericana Global First Financial Partners (GFFP) para desarrollar proyectos en varios países.
La empresa catalana es el accionista mayoritario de la nueva alianza, con el 51% de las acciones. Según Fergo Aisa, GFFP está promocionando dos proyectos, uno de 72 apartamentos en la República Dominicana y un columbario en Filipinas. Y el futuro de la joint venture parece prometedor, si se tiene en cuenta que ya ha recibido una “invitación cerrada” del gobierno de Ecuador para el estudio, diseño y desarrollo de centrales hidroeléctricas, residencias de protección oficial y de un hospital.
Las alianzas con socios extranjeros no siempre han salido bien para Aisa. En 2009, intentó que el fondo británico First Mile Investment pusiera 70 millones en su capital para equilibrar los balances pero la jugada no le salió bien. Fue entonces cuando sus responsables optaron por una fusión con el Grupo Fergo, operación que permitió a la compañía volver a cotizar en bolsa tras un año de suspensión. El 14 de mayo de 2008, la cotización de la compañía se suspendió porque arrastraba una demanda de solicitud de concurso de acreedores y problemas para aprobar sus cuentas por parte de los accionistas.
A pesar de haber recuperado la confianza de los mercados, Fergo Aisa aún tenía muchos problemas que resolver. En diciembre del año pasado, tuvo que reducir su capital a una sexta parte por compensación de pérdidas, con lo que pasó de 177,6 millones de euros a 29,6 millones.
Al cabo de unos meses, en abril, el grupo logró firmar con las entidades financieras la novación (alargamiento del plazo o cambio del sistema de cuotas de amortización) de un crédito sindicado por valor de 84,1 millones de euros. El crédito, que había sido formalizado en agosto de 2006, fue renovado a un plazo de nueve años con cuatro años de carencia sobre el principal, una vez cumplidas las condiciones acordadas entre la sociedad y las entidades integrantes de dicho préstamo.
Fergo Aisa estuvo presidida hasta agosto de 2009 por Genís Marfà. Antes de dedicarse a la empresa, fue abogado del Estado y ocupó los cargos de Jefe de la Audiencia Territorial de Barcelona, asesor jurídico del Gobernador Civil de Barcelona y Jefe del Servicio Jurídico de la Delegación de Hacienda de Barcelona. También fue asesor del Conseller de Economia y Finanzas de la Generalitat entre 1986 y 1989.
Tras la remodelación de la cúpula directiva, Marfà fue sustituido por Carlos Fernández Gómez, expresidente de Fergo. De Fernández se conoce que tuvo tropiezos con la ley de carácter económico. Así, su nombre sale en una relación de detenidos del año 1984 en el llamado fraude de la mili por el que una presunta red se dedicaba a facilitar a jóvenes de la alta sociedad mecanismos para librarse del servicio militar.
A pesar de su pasado poco claro, parece que Fernández ha conseguido mejorar el rumbo de la empresa, aunque sea apostando por el exterior, donde el mercado todavía puede dar de sí.
