Genís Marfà «desaparece» del consejo de la fusión entre Fergo y Aisa
La sociedad inmobiliaria Aisa decidió en su junta general de accionistas celebrada el 29 de julio fusionarse con la empresa Fergo, en un nuevo grupo constructor que presidirá Carlos Fernández. La empresa adoptará un nombre mixto: Fergoaisa.
Una de las primeras decisiones fruto de la fusión es la práctica desaparición de Genís Marfà, el que fué hombre fuerte de Aisa, del nuevo consejo de administración, según aseguró Fernández, que también dijo que Marfà tampoco tendrá ningún cargo ejecutivo en la nueva empresa.
Ante sus accionistas, Fernández afirmó que Fergoaisa nace con un pasivo de 590 millones de euros, de los que unos 80 millones corresponden a deuda sindicada, otros 40 millones son créditos de circulante y el resto créditos hipotecarios.
Fernández recordó que en el caso del crédito sindicado existe un acuerdo con la banca, a la que agradeció su confianza, y también consideró que la renegociación se podrá cerrar entre el 15 y el 20 de septiembre próximos.
Antes, se procedió a una reestructuración a fondo de la compañía que ha incluido una drástica reducción de personal.
El activo de la empresa fue cifrado en 721 millones, una cantidad que Fernández aseguró que crecerá después de que el edificio recién terminado en Madrid, que acumula una deuda de 89 millones con Cajasur haya sido tasado finalmente en 144 millones.
Los accionistas aprobaron una ampliación de capital social no dineraria que se hará con la puesta en circulación de 75,13 millones de nuevas acciones. También decidieron una ampliación de capital adicional valorada en 25 millones.
Ante la nueva situación, Carlos Fernández manifestó a los accionistas que la empresa experimentará un cambio radical en su modelo de negocio y que antes de finalizar este mes se podría levantar la suspensión de cotización, vigente desde mayo de 2008. En la misma línea de optimismo, Fernández aseguró que la empresa dará beneficios ya este año y que repartirá dividendos en 2010.
Pero no todo fueron buenas vibraciones. En la asamblea de accionistas hubo momentos de tensión cuando, según Europa Press, el letrado Damián Téllez, representante de la familia Mestre, propietaria del 4% de Aisa, consideró que la ampliación de capital decidida es un cebo para ver si hay “algún ignorante” dispuesto a invertir 25 millones.
En este sentido, Téllez, aseguró que sus representados – el grupo Mestre a través de su filial Manipuladora de Mercancías – no participarán en la ampliación , ya que consideran que sería invertir en una sociedad “completamente quebrada” .